La economía colaborativa es un concepto cada vez más oído dentro de la era digital y precisamente fue uno de los temas centrales a debate la semana pasada durante el European Ecommerce Conference (EEC15) organizado por Adigital en Bilbao.
Bajo el claim «La economía colaborativa aplicada» Diego Hidalgo, fundador y CEO de Amovens; Jaime Pla, fundador de SUOP; Mireia Badia, co-fundadora & CEO de Grow.ly; Oscar Pierre, fundador de Glovo; Gonzalo Úrculo, co-fundador de Naranjas del Carmen; e Ignacio de la Hera, director general de Etece presentaron sus experiencias y respectivos puntos de vista sobre el sharing economy.
Diego Hidalgo es fundador y CEO de Amovens, una empresa que ha innovado en el concepto de alquiler de coches. Es una de las empresas pioneras del sector que hoy en día cuenta ya con casi un millón de usuarios en Europa. Hidalgo define su proyecto como un modo de transporte “simple además de económico” que combina tres servicios:
- Compartir trayectos. Los conductores anuncian las plazas libres de sus coches y los usuarios eligen la que mejor les viene y la reservan en la plataforma.
- Alquiler de coches entre particulares. Es una manera de disponer de un coche horas, días o semanas hasta un máximo de 30 días, un servicio que cubre las necesidades de familias o grupos de amigos que quieren un coche durante un tiempo. Durante este periodo se suspende el seguro habitual del vehículo y entra en vigor el seguro de la compañía.
- Freecar. Es una manera de solicitar un coche durante un periodo de seis meses hasta cinco años, pagando por él una mensualidad que cubre todo lo que no sea el consumo. A su vez, este coche se puede subalquilar cuando no se usa. En países donde ya se ofrece este servicio se ha comprobado que los clientes llegan a recuperar hasta la mitad de la cuota mensual.
Jaime Pla es fundador de SUOP. Hoy en día en España más de 500.000 mercenarios cambian de móvil cada mes, esto es, más de 15.000 al día y por eso se ha creado SUOP, el primer operador de móvil virtual en España (bajo la red de Orange).
SUOP ha creado un ecosistema online en el que se miden la colaboración y la participación de los usuarios: por atraer nuevos clientes (marketing), por proponer nuevas ideas (innovación), por ayudar a otros usuarios en el foro y por otras muchas acciones los usuarios de este operador móvil ganan puntos a tiempo real canjeables por saldo, dinero, o donaciones a ONGs. La colaboración es la base de este proyecto y esto es lo que les “permite competir en un mercado saturado», según afirma Pla.
Mireia Badia es CEO y fundadora de Grow.ly, una empresa de crowdfunding basada en el tipo de intereses. Esta plataforma se encarga de poner en contacto a una empresa que necesita financiación con una persona que quiere sacar beneficios de sus ahorros. Según Badia, aunque funcionan como las entidades bancarias hay diferencias entre ellos: “En Grow.ly es el ahorrador el que decide a qué empresa presta dinero, qué importe y a qué tipo de interés.”. Esta empresa nació en junio del 2014 y hoy en día los más de 900 usuarios que tienen han prestado casi un millón y medio de euros a alrededor de 50 empresas diferentes, y todo esto manteniendo un 0% de morosidad. Grow.ly se mantiene sobre tres pilares según afirma la fundadora: transparencia, agilidad -en 48 horas la empresa tiene una respuesta- e intereses justos para ambas partes. Un estudio de Cambridge revela que el sector de la financiación alternativa en Europa ha crecido un 115% en los últimos tres años. España se sitúa en segundo lugar según el número de plataformas de este tipo, y en sexto lugar según el volumen.
Oscar Pierre es fundador de Glove, una App en la que el usuario puede pedir lo que quiera y tenerlo en menos de 60 minutos gracias a usuarios que en su tiempo libre se convierten en recaderos. Pierre explica que hoy en día hay gente ocupada y gente que quiere tener un ingreso extra, y que fue esto lo que le inspiró para crear su App. El usuario escribe lo que quiere, manda su petición y en pocos segundos un glover lo acepta. Pierre asegura que en un futuro la mensajería tendrá mucha importancia y por eso Glove está invirtiendo en logística y software, queriendo crear una ciudad eficiente. Se creó en marzo del 2015 y ya ha realizado más de 18.000 encargos y dispone de 90 glovers.
Gonzalo Úrculo, cofundador de Naranjas del Carmen habla sobre la agricultura colaborativa. En Europa se desperdician 100 millones de toneladas de comida en buen estado al año y se contamina un tercio de más de lo necesario solo en la producción. El 58% del desperdicio se origina entre el agricultor y el consumidor, pero el debate de quién es el culpable sigue sin resolverse. En este escenario de desperdicio de comida se creó la idea del Crowd-farmer, que tiene como objetivo cultivar sólo lo que se vaya a consumir. La empresa planta un árbol en nombre de consumidor y éste recibe la fruta de su árbol anualmente. Uno de los beneficios de esta iniciativa es la reducción de huella de CO2. El naranjo tiene un precio de 80 euros y una esperanza de vida de 25 años. Desde el año cero el cliente recibe 80 kilos de fruta al año y mientras que el árbol crece se le dona la producción. A partir del segundo año el coste del árbol es de 16 euros anuales, es decir, 20 céntimos por cada kilo de fruta.
Ignacio de la Hera, es el director general de ETECE, un marketplace que pone en contacto a particulares u oficinas con profesionales para diferentes tareas del hogar y de oficina. Esta plataforma se creó a partir de la necesidad que hay en Internet de ordenar los servicios profesionales. La confianza es la base de ETECE, que pone el tiempo libre de algunos profesionales a disposición de gente ocupada o que carece de conocimientos para dichas tareas. Cuentan con profesionales autónomos entrevistados por ellos mismos y que son certificados por la plataforma. Ofrecen un valor añadido en relación al coste porque es un 35% más barato que en el mercado, ya que los profesionales compiten entre ellos para asegurarse el trabajo. Los usuarios tienen la opción de marcar el precio que están dispuestos a pagar y se les da una garantía de servicio integral. Además, para asegurar la satisfacción de lo clientes, hasta que no se realice el servicio y se confirme la satisfacción del cliente no se paga. Al final, los profesionales son valorados y esta información queda en sus perfiles a la vista de los otros clientes.
