Revés judicial para Google en Estados Unidos. La jueza federal Leonie Brinkema, del distrito este de Virginia, ha declarado a la compañía culpable de prácticas monopolísticas ilegales en dos de los tres mercados clave de la publicidad digital que estaban bajo investigación. La resolución responde a la demanda presentada en 2023 por el Departamento de Justicia y un grupo de Estados.
En una sentencia, la jueza Brinkema concluye que Google abusó deliberadamente de su posición dominante para adquirir y mantener un poder monopolístico en los mercados de servidores publicitarios para editores y plataformas de intercambio de anuncios para publicidad gráfica en la web abierta.
«Durante más de una década, Google ha vinculado su servidor publicitario para editores y su plataforma de intercambio de anuncios mediante políticas contractuales y la integración tecnológica«, sostiene la jueza, señalando que esta estrategia permitió a la compañía «establecer y proteger su poder monopolístico«, en perjuicio de la competencia, los editores y los consumidores.
Un patrón de conducta excluyente
La sentencia determina que Google violó la ley antimonopolio al integrar ilegalmente su servidor de anuncios para editores, conocido como DFP (DoubleClick for Publishers), con su servicio de intermediación, AdX. Ambos productos fueron clave en la consolidación del dominio publicitario de la empresa tras la adquisición de DoubleClick en 2008 por 3.100 millones de dólares.
La jueza también reprochó a Google su conducta procesal, señalando «el incumplimiento sistemático de las normas probatorias relativas a la destrucción de pruebas” y “el uso indebido del secreto profesional entre abogado y cliente«. Aunque no impuso sanciones adicionales por estos hechos, advirtió que su conducta podría haber sido penalizada en otro contexto.
Medidas aún por definir
Con esta decisión, se abre una nueva fase judicial para definir las medidas correctoras que se impondrán a Google. Los demandantes han solicitado la desinversión de parte de su negocio publicitario, con el objetivo de restaurar la competencia en el sector. Según el Departamento de Justicia, la estrategia de Google combinó la eliminación de competidores mediante adquisiciones con el uso de su posición dominante para forzar a editores y anunciantes a utilizar sus herramientas.
La empresa, por su parte, celebró el hecho de haber sido exonerada en uno de los tres mercados analizados -el de las herramientas para anunciantes- y anunció su intención de apelar el resto del fallo. «Hemos ganado la mitad del caso y recurriremos la otra mitad«, afirmó Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de Asuntos Regulatorios de Google. «No estamos de acuerdo con la decisión del tribunal en lo que respecta a nuestras herramientas para editores. Los editores tienen muchas opciones y eligen Google porque nuestras herramientas tecnológicas publicitarias son sencillas, asequibles y eficaces«, añadió.
Este caso se suma a otro proceso en el que Google ya fue declarado culpable de prácticas monopólicas en el mercado de las búsquedas. En ese caso, los fiscales han propuesto medidas como la venta del navegador Chrome, la desvinculación del buscador de Android y la ruptura de acuerdos con empresas como Apple para que Google deje de ser el buscador predeterminado. Se espera una sentencia en los próximos meses.