Amazon estaría probando su propia red de transporte en Estados Unidos, con la idea de internalizar la gestión del transporte de última milla. Aunque de momento sólo es un proyecto de la compañía con base en Seattle, la idea es expandir el servicio a todo el territorio nacional y no depender tanto de compañías como UPS y FedEx, a quienes se subcontrata este servicio. Furgonetas de reparto y personal propio han comenzado a repartir paquetes de Amazon en una serie de códigos postales de San Francisco, según recogía hace algunos días el financiero Wall Street Journal. El mismo proyecto está en planes de iniciarse en las ciudades de Los Ángeles y Nueva York.
Crear su propia red logística es una de las obsesiones de la compañía, que año tras año recibe miles de quejas por retrasos en los periodos navideños. Controlando su propio ‘ejército’ de camiones y repartidores, Amazon tendría un control mayor sobre la entrega, desembocando en una mejor experiencia de compra para el usuario, además de otros beneficios como – a largo plazo – abaratar los gastos de envío, entregas nocturas, franjas horarias más concretas, fines de semana, etc.
Según el balance de resultados de la compañía para el ejercicio de 2013, Amazon reportó gastos en concepto fulfilment (procesos logística) de 8.585 millones de dólares, una factura que se incrementó con respecto a la de 2012 en más de dos mil millones (6.419 MM$) .
Aunque la noticia se conoce ahora, durante la pasada campaña navideña, Amazon comenzó a desplegar su propia red de distribución, etiquetando para unos «AMZL» y para otros «AMZN_US», según recoge Wall Street Journal de fuentes del servicio de atención al cliente y ex-empleados del portal de internet. Los clientes que recibían los paquetes etiquetados con «AMZN_US» aseguraban que parecían tener un proceso de tracking diferente, sin vínculos con un site externo.
