Tal y como los pronósticos predecían, anoche la Cámara de los Comunes del Parlamento Británico rechazó por 391 en contra y a 242 votos a favor el acuerdo sobre el Brexit negociado por el Gobierno. Esto supone una derrota para el plan de Theresa May, así como una nueva barrera para los negocios europeos.
Esta decisión viene a acrecentar la incertidumbre política, que ya viene causando mella en la inversión de los negocios españoles en Reino Unido desde hace algunos meses. Según datos del ICEX, el flujo de inversiones brutas de España en el país fue de 1.120 millones de euros entre enero y junio de 2018. A la espera de los datos del último semestre, todo hace pronosticar que el año acabará muy lejos de los 15.612 millones del año anterior.
La industria del eCommerce parece especialmente preocupada. No en vano, la tasa de implantación del comercio electrónico en el país es del 63% en eCommerce y 48% en Mobile commerce, según datos del último estudio de Opinium. De hecho, el 11% del total de ventas online en Reino Unido procede de la Unión Europea, según se extrae de los datos de FinTech Futures.
A la luz de estos datos, parece obvio que seguir operando con normalidad con el Reino Unido es una de las principales preocupaciones de las empresas de eCommerce europeas y, concretamente, españolas. Los pagos son una de las fuentes de esa preocupación, por ello contar con una plataforma de pagos que garantice seguir operando con total normalidad es una tranquilidad. La plataforma internacional de pagos seguros Klik & Pay ofrece esta tranquilidad a sus clientes españoles. Al operar con una doble licencia (europea y mundial), permite a las tiendas online españolas operar en Reino Unido sin ninguna complicación.
Klik & Pay explica además las claves de este proceso para que sus clientes puedan orientarse en medio de este mar de dudas.
Deal o no deal: el origen de la incertidumbre. Tal y como los pronósticos predecían, anoche la Cámara de los Comunes del Parlamento Británico rechazó por 391 en contra y a 242 votos a favor el acuerdo negociado por el gobierno de Theresa May. La votación de anoche no ha pillado de sorpresa a nadie, tras el rechazo al Brexit original que ya se produjo el pasado 15 de enero (por un amplísimo margen de 230 votos). Por mandato del Parlamento, el gobierno de May ha pasado los dos últimos meses manteniendo “discusiones técnicas” con varios funcionarios de la Unión Europea en Bruselas, intentando modificar algunos términos del Brexit sin éxito. Una vez derrotado el plan de May, las próximas horas serán cruciales, tanto para los británicos como para los negocios europeos. Theresa May ha convocado para el jueves, 14 de marzo, una votación que podría permitir al Reino Unido abandonar la Unión Europea sin acuerdo (el temido no deal).
El Bank of England ya advirtió en múltiples ocasiones que el mercado financiero británico no está preparado para un escenario de no deal entre Londres y Bruselas. De hecho, recomendó a bancos y aseguradoras europeas poner en marcha “planes de contingencia”, es decir, comprar euros para garantizarse cierta estabilidad en caso de que la libra se hunda. El informe del Banco de Inglaterra incluye las conclusiones de una prueba de estrés bancario en un escenario extremo a consecuencia de un eventual «no deal», con un impacto sustancialmente mayor que el de la debacle financiera de 2008: una caída del PIB del 4,7%, un aumento del desempleo al 9,5% y una caída del precio de la vivienda del 33%, con una depreciación de la libra de hasta un 30%.
Problemas con el efectivo. Además, el Bank of England, informó a los bancos de la posibilidad de quedarse cortos de efectivo en dos semanas, razón por la cual lo que el gobierno de May se vio forzado a abrir una línea de créditos (en euros) para que los bancos puedan seguir operando con total normalidad. Estas ayudas se pueden solicitar desde hoy mismo. En el medio plazo, un no deal acarrearía el cierre de algunos bancos europeos, que trasladarían sus sedes de la City londinense a Europa para garantizarse seguir operando sin problemas. El cierre de estos bancos culminaría, previsiblemente, con el cierre de varias sucursales bancarias, lo que generaría una bajada importante en el número de cajeros automáticos en Reino Unido. Con menos acceso al cash, en un país en el que ya de por sí los pagos con tarjetas de débito y crédito superan al efectivo, es fundamental que los negocios cuenten con diversidad de métodos de pago. Más hincapié en este aspecto deben hacer aún las tiendas online. En Reino Unido el 77% de los adultos ha comprado online en los últimos tres meses. De hecho, los millennials hacen el 54% de todas sus compras por internet (según un estudio de UPS). Todos estos datos no dejan lugar a dudas, los negocios tienen que preparase para un escenario en el que la gente tenga menos acceso al efectivo y vuelquen sus compras al medio electrónico.
Ralentización de las exportaciones españolas. En este clima de incertidumbre, muchas son las dudas que negocios europeos y británicos tienen sobre el cómo afectará el Brexit en su día a día. En el caso de España, esta preocupación ya ha empezado a mostrar sus primeros síntomas. Según el Banco de España, tras el anuncio de salida del Reino Unido de la UE, en junio de 2016, se produjo una constante ralentización de las exportaciones de bienes de España al Reino Unido. El número de empresas españolas que venden bienes al Reino Unido se había ido ampliado un 8% entre 2012 y 2017, hasta alcanzar la cifra de 11.695 empresas. A lo largo del año 2017, según datos del ICEX, la caída del número de exportadores fue del 0,8%, y se extendió tanto a las grandes empresas como a las pymes. Aún no se conocen los datos oficiales de 2018, pero según los expertos no se prevén halagüeños.
Situación para los eCommerces españoles que venden en Reino Unido.Con una cifra total de 45,36 millones de usuarios de eCommerce en el país, parece evidente que las empresas españolas no deberían renunciar a hacer negocios online con los británicos. Según datos extraídos del eShop World, los ingresos totales de comercio electrónico del Reino Unido en todas las categorías de productos ascienden a 82.110 millones de euros, y se espera que crezcan hasta los108.640 millones en 2021. Con todos estos datos, según la Ecommerce Foundation, Reino Unido se sitúa como el país europeo líder en eCommerce.
Ante este panorama se plantean muchos interrogantes para los eCommerces españoles que venden en Reino Unido: impuestos aduaneros, costes administrativos, retrasos logísticos, variaciones de los tipos de cambio,… pero uno de los fundamentales tiene que ver con la gestión de pagos. Si hasta el momento, la tienda online en cuestión ha trabajado a través de acuerdos con bancos británicos aún no está muy claro cuáles serán los trámites a realizar para seguir operando en el mercado. Sin embargo, aquellos comercios que cuenten con la pasarela de pagos Klik & Pay podrán seguir operando como hasta ahora. Esto es posible porque Klik & Pay opera a través de dos licencias: una para negocios europeos (gestionada por la CSSF de Luxemburgo) y otra para el resto del mundo (gestionada por la FINMA en Suiza). Es decir: la tienda online española no va a sufrir ningún cambio en su operativa.