Google, una de las empresas tecnológicas mas grandes del planeta ha decidido replantear su estrategia en materia de privacidad digital. La compañía ha anunciado el fin de su iniciativa para eliminar por completo las cookies de terceros en su navegador Chrome. En lugar de desactivarlas de forma predeterminada, optará por ofrecer a los usuarios la posibilidad de escoger cómo desean gestionar su privacidad y la configuración de seguridad durante la navegación.

En los últimos años, con la intención de encontrar un equilibrio entre la personalización de la publicidad y el respeto a la privacidad del usuario, la multinacional ha ido apostando por desactivar progresivamente las herramientas de seguimiento como parte de su iniciativa Privacy Sandbox. De esta manera, Google plantea un nuevo ecosistema donde la información personal no se compartirá directamente con terceros, pero sí se mantendrán funcionalidades clave para anunciantes y desarrolladores. Sin embargo, tras varios retrasos y pruebas limitadas, entre ellas, la restricción de cookies en el 1% de los usuarios globales durante este año, la compañía ha decidido detener la eliminación completa prevista para 2025.

Un modelo basado en la elección del usuario

El vicepresidente de Privacy Sandbox, Anthony Chávez, ha detallado que la nueva estrategia de Google pasa por implementar una experiencia que brinde un mayor dominio a los usuarios. En lugar de aplicar modificaciones automáticas que supriman las cookies de terceros de manera predeterminada, Chrome proporcionará herramientas para que cada individuo pueda establecer su privacidad de manera global, simple y adaptable en cualquier momento.

Este sistema, que se implementará de manera progresiva, facilitará la configuración de preferencias de privacidad que se aplicarán a toda la navegación, no únicamente a sitios concretos, y resultará sencillo acceder desde el propio navegador. De acuerdo con Google, se trata de un avance hacia una mayor transparencia e independencia del usuario, sin renunciar a los criterios de seguridad y eficiencia que el ecosistema web aspira a alcanzar.

Un cambio consensuado con los reguladores

La decisión de reformular este plan y no dejarlo como algo definitivo, no se ha realizado de forma unilateral. Google afirma haber mantenido diálogos constantes con entidades reguladoras y actores interesados en el sector digital para alcanzar una solución que combine la protección de información personal con la viabilidad del negocio digital.

En este contexto, la compañía enfatiza en que continuará trabajando con la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido, junto con otros participantes relevantes, con el fin de seguir creando herramientas que fomenten una web más privada y segura.

Este cambio de rumbo de Google se produce en un momento clave, además de introducirse y generar un debate mundial sobre la privacidad digital. Durante años, las cookies de terceros han sido el principal medio que han utilizado las compañías para monitorear el comportamiento de los usuarios en la red.

Frente a la presión de los reguladores y la creciente demanda de los usuarios por la necesidad de una mayor transparencia, navegadores como Firefox o Safari ya habían bloqueado por defecto estas cookies. crecientes de los usuarios por una mayor transparencia, los grandes navegadores, como Firefox o Safari, ya habían bloqueado por defecto estas cookies. Chrome por su parte, al ser el navegador más utilizado del mundo, desempeña un papel determinante en cómo evoluciona este ecosistema. Chrome, siendo el navegador principal a nivel mundial, juega un papel crucial en la evolución de este ecosistema.

Así pues, Google parece querer marcar una distancia entre el control automatizado y la libertad del usuario, apostando por una transición más gradual y personalizada hacia un modelo digital más consciente de la privacidad.