Amazon ha decidido frenar el inicio de la construcción en la segunda fase de su nueva sede en Arlington (Virginia, EE.UU). «Siempre estamos evaluando planes de espacio para asegurar que se ajustan a nuestras necesidades de negocio y para crear una gran experiencia para los empleados», ha declarado John Schoettler, el responsable inmobiliario de Amazon.
Según ha explicado a EFE una fuente de Amazon, la primera fase del proyecto, conocida como Met Park, abrirá como estaba previsto el próximo mes de junio y albergará a más de 8.000 trabajadores que Amazon ya tiene en Virginia y que se trasladarán a estas nuevas instalaciones. La misma fuente ha asegurado que «esta decisión no implica ningún recorte de puestos».
En total, Met Park tiene capacidad para alojar a unos 14.000 empleados, por lo que por ahora la empresa ha decidido poner en pausa el inicio de la construcción de la segunda fase del proyecto, bautizada PenPlace. La apertura de una segunda sede de Amazon se anunció en 2018 e inicialmente iba a estar repartida entre Arlington y el distrito neoyorquino de Queens, pero en 2019 la empresa decidió cancelar la parte de la Gran Manzana en medio de oposición local.
Recorte de empleos
A principios de enero, la compañía anunció el despido de unos 18.000 empleados. Amazon empezó despidiendo en noviembre a 10.000 empleados, pero finalmente el ajuste será mayor de lo esperado. Los despidos han afectado en su mayoría a las divisiones de las tiendas (Amazon Stores) y el de PXT, que es el área de recursos humanos de la empresa. Los recortes ascienden al 6% de la plantilla, de aproximadamente 300.000 personas, y representan un cambio rápido para una entidad que hace poco duplicó su límite salarial base.
Amazon también cerró 2022 con números rojos. La compañía estadounidense ha estado sorteando las pérdidas y cerrando con beneficios desde aproximadamente el 2015 gracias a su negocio en la nube. Sin embargo, el pasado ejercicio registró unas pérdidas de 2.722 millones de dólares.