Hace apenas unos años cualquiera nos hubiera preguntado por el dinero en efectivo y hubiéramos dicho que es imprescindible para el día a día y que lo seguiría siendo siempre. Es la forma más rápida y habitual que hemos conocido desde la infancia para realizar nuestras transacciones, pero el comercio electrónico está empezando a fomentar una posible desaparición para esta forma de pago en el futuro. No es ninguna imposición, sino un proceso natural que está ayudando a muchos clientes a ganar tiempo en sus compras y por tanto en su vida diaria.

El Banco de España reflejó el cambio que se está produciendo en la península en cuanto a los pagos con tarjeta, que triplicaron al número de pagos realizados con efectivo tanto en 2017 como en 2018. Aun así, el 53% de los españoles sigue teniendo el dinero en efectivo como preferencia por encima del resto, pero son cifras que en el inicio de siglo se disparaban por encima del 80%. La realidad es que en la península ibérica se prefiere el efectivo para pagos pequeños y para grandes cantidades se usan otros métodos electrónicos.

De hecho, casi un tercio de la población española lleva menos de 20€ en el bolsillo, lo que no da para grandes adquisiciones. Los beneficios a largo plazo del desuso del efectivo podrían ser interesantes, empezando por acabar con el gasto en fabricación de monedas y billetes, y siguiendo por el mayor control que podrían tener las administraciones de tanto operaciones fraudulentas como de dinero negro. 

Pero, es evidente que esto también tiene unas contraindicaciones. Muchos de los robos que se producen por dinero a día de hoy pasarían a ser robos de datos. En la red todo se controla a través de datos y todas nuestras cuentas se verían seriamente amenazadas por la pérdida de ellos. Además, cualquier pago que se realice por pequeño e insignificante que fuera quedaría registrado, por lo que sería complicado compatibilizar este estilo de vida con el anonimato.

¿Y las personas que no pueden acceder a las nuevas tecnologías? Evidentemente habría que crear nuevas herramientas accesibles para todos los públicos y familias, también aquellas que se encuentran en riesgo de exclusión social o que viven en la pobreza. Todo se andará puesto que son muchas las transacciones que habitualmente hacíamos con dinero en efectivo y que ahora tenemos accesibles desde el móvil y en cualquier momento. En algunas el proceso ha sido tan natural que ni nos hemos fijado lo suficiente.

¿Quién no ha tenido que ir a un cajero automático en Madrid para retirar dinero antes de acercarse al famoso Casino Gran Madrid a pasar un rato de ocio? Hace mucho que eso dejó de ser un problema, ya que no hace falta ni moverse de casa. Con entrar en la web y realizar un depósito a través de banca electrónica puedes disfrutar de sus ofertas o de sus códigos promocionales. Más cómodo imposible, cuando en la época de los noventa esto parecería inverosímil.

Si tienes móvil tienes dinero

No es esta la única aplicación al día a día habitual de un ciudadano que tiene pago por internet. Las aplicaciones para mover dinero abundan y cada vez perdemos más el miedo a facilitar nuestros datos en favor de la comodidad. Cualquier banco tiene su servicio online o su propia app que nos va a permitir realizar transacciones sin tener que acudir a la sucursal. Además, son estas mismas empresas las que llegan a acuerdos con sistemas de pago como Bizum, con los que intercambiar dinero con amigos.

Este servicio es extremadamente popular entre los usuarios y cada vez llega a más personas. No es necesario conocer el número de cuenta de la otra persona, sino simplemente tener su contacto en el móvil para enviar la cantidad deseada. Ideal para regalos, cenas o cualquier movimiento que se te pueda ocurrir entre contactos de agenda.

Parecido era Yaap Money, con una función bastante similar a la de Bizum, pero que incluía la opción de poder enviar también dinero a tus seguidores en redes sociales. Con esto también se fomentaba la compra en los servicios de mensajería, algo que hasta la fecha no se había alcanzado en una aplicación. Por desgracia tuvo que cerrar, no todas las alternativas triunfan.

Aun así, el pago por móvil se expande y con él aplicaciones como la de Abanca, que incluye su propia aplicación interna con la que realizar transacciones. Incluso se pueden realizar pagos con cualquier tarjeta de la entidad, sea de crédito o débito, y siempre que el establecimiento al que acudamos lo autorice o disponga de contactless.

Pero algo más que esto está llegando al mercado y la marca Skoda lo está patentando. El fabricante checo ha implementado una nueva aplicación con la que seleccionar la mejor ruta posible para llegar a un destino y que te ofrece reservar y pagar los medios de transporte más idóneos para dicho viaje con tan solo mover un dedo. Citymove ahorra así los problemas de tener que buscar horarios de transporte público, lo tendrás en el móvil gracias a este servicio.

De momento, Praga ha sido la ciudad elegida para hacer de conejillo de indias. Allí, los usuarios podrán pagar el taxi mientras están realizando el viaje en el coche, finiquitar el servicio de bicicletas eléctricas usando la tarjeta de crédito, y seleccionar los desplazamientos en ferry o metro pagando en el mismo instante. Una ayuda más al consumidor que pone a temblar al dinero en efectivo, aunque sea en beneficio futuro de nuestra sociedad.