El boicot de los anunciantes de Facebook va ganando cada vez más fuerza. Hace escasos días, Unilever se convirtió en la compañía más grande en comprometerse a retirar su gasto publicitario en la plataforma, y no solo para julio, como lo exige el boicot, sino para el resto de 2020. En respuesta, el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg revirtió su postura original el viernes por la tarde, diciendo que la compañía «comenzaría a etiquetar las publicaciones que considere de interés periodístico, pero que también viola sus políticas».
Según datos de Business Insider, los ingresos publicitarios de Facebook para 2020 crecerán un 4.9% este año hasta los $ 31.430 millones, por debajo de los $ 36.250 millones que pronosticaron originalmente antes de la pandemia. A esta caída se le sumarán las pérdidas del boicot, que de momento no se pueden cuantificar.
«La medida de Unilever llega también en un momento clave: los anunciantes buscan ser más eficientes y reducir su gasto en publicidad. Será difícil analizar los efectos del boicot a partir de los efectos de la pandemia en el balance de Facebook«, explica Nicole Perrin, analista principal de eMarketer en Insider Intelligence.
La otra cara de la moneda
Esta situación también presenta una oportunidad para las pequeñas empresas locales en las que la publicidad depende en gran medida de Facebook. El boicot ha reducido los precios de la publicidad en la plataforma, lo que permite a las pequeñas empresas un mejor ROI. Según apunta Eric Haggstrom, analista de pronósticos de eMarketer en Insider Intelligence: «Una parte importante de los ingresos publicitarios de Facebook está impulsada por una larga cola de anunciantes pequeños».