Los rumores acerca de las intenciones de Amazon de lanzar un banco han puesto en jaquee al sector financiero. El gigante estadounidense está trabajando junto a uno de los principales bancos norteamericanos, el JPMorgan Chase & Co, con el fin de poner en marcha un producto similar a una cuenta de cheques.
Aunque la negociación está en fase inicial, de resultar exitosa Amazon se situaría como el tercer banco del mundo, teniendo en cuenta sus millones de clientes, trillones de datos y el acceso a capital barato.
Sin embargo, desde Wall Street apuntan a que el movimiento de Amazon hacia la banca online podría estar más dirigida a llegar a nuevos clientes que a interrumpir la industria financiera, según una firma de Wall Street. «Creemos que el objetivo de Amazon con la expansión de su oferta financiera está menos dirigido a interrumpir el sector financiero y más a buscar un aumento de la participación en su propio mercado», afirma un analista en CNBC. «Si bien Amazon puede reducir las tarifas que le paga a los bancos y procesadores de pagos creando un tipo de tarjeta de débito prepago, creemos que la principal motivación de Amazon sería atraer a clientes más jóvenes y con menos recursos que de otro modo les resulta difícil comprar online», ha añade el analista.
En comparación con el sector farmacéutico, donde su entrada alarmó a toda el sector y ha sido «catastrófica en la cotización de las empresas afectadas» tal y como ha apuntado Marcvidal, en la banca parece que se lo está tomando con otra filosofía, considerando que Amazon está llegando más como un socio que como un disruptor.
