Hace más de cuatro años, la irrupción del SARS-CoV-2, el virus causante de la COVID-19, cogió al mundo por sorpresa y transformó profundamente la vida de millones de personas. Desde los primeros casos detectados en el mercado de pescado al por mayor de Huanan, en la ciudad china de Wuhan, hasta su rápida propagación por todos los continentes, el virus y sus sucesivas variantes plantearon un desafío sin precedentes para la salud pública. Esto obligó a los gobiernos a implementar medidas urgentes extraordinarias para evitar su transmisión.
La pandemia de COVID-19 desencadenó la mayor crisis económica global en más de un siglo. Las medidas implementadas para frenar la propagación del virus, como los confinamientos y las restricciones de movilidad, tuvieron un impacto significativo en la mayoría de los sectores. Negocios cerrados, millones de empleos destruidos y pérdidas millonarias fueron algunas de las consecuencias más visibles.
Uno de los sectores más afectados fue el de las apuestas deportivas. La cancelación de ligas nacionales y grandes eventos internacionales, como los Juegos Olímpicos de Tokio y la Eurocopa de fútbol, redujo drásticamente las opciones para apostar. Como resultado, las casas de apuestas experimentaron una significativa caída en sus ingresos, reflejando el alcance del impacto de la crisis. Según datos de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), en el segundo trimestre de 2020, el segmento de las apuestas registró una tasa de decrecimiento del -38,38 % en comparación con el trimestre anterior.

A pesar de los desafíos iniciales, el sector español de las apuestas deportivas supo adaptarse rápidamente a un panorama en constante cambio. Ante la suspensión de los deportes tradicionales, los operadores diversificaron su oferta, apostando por alternativas como los deportes electrónicos (eSports) y los juegos de casino. Además, también promovieron una mayor accesibilidad al reducir los depósitos mínimos, es decir, los fondos que los usuarios deben transferir a sus cuentas en las plataformas virtuales para poder comenzar a apostar en sus deportes favoritos.
Aunque las cantidades mínimas variaban entre plataformas, los apostadores podían encontrar hasta una casa de apuestas con depósito mínimo de 1 euro, según las páginas web especializadas, lo que democratizó aún más el acceso a apostadores de todos los niveles económicos. Los operadores también ampliaron sus métodos de pago, incluyendo opciones como billeteras electrónicas (Neteller y Skrill), que ofrecieron mayor comodidad y flexibilidad a los usuarios.
Un sector mejor preparado para afrontar la próxima pandemia
La historia reciente nos ha mostrado que los brotes de patógenos capaces de causar enfermedades graves son cada vez más frecuentes. En lo que va del siglo XXI, hemos sido testigos de epidemias de SARS-CoV-1, MERS, Zika y muchas otras infecciones víricas nuevas y reemergentes. Aunque resulta imposible predecir con certeza cuándo y dónde surgirá la próxima pandemia, lo que sí es seguro es que, en algún momento, un patógeno será transmitido de los animales a los humanos y desencadenará un brote.
En el hipotético escenario de una nueva pandemia y un posible bloqueo deportivo similar al del COVID-19, el sector español de las apuestas deportivas se vería nuevamente ante una situación crítica que pondría a prueba su resiliencia. Sin embargo, las lecciones aprendidas de la emergencia sanitaria anterior brindan a los operadores las herramientas y estrategias necesarias para mitigar su impacto.

Una de las principales lecciones que la industria aprendió de la crisis anterior es la necesidad de diversificación. Tal y como hemos comentado anteriormente, muchos operadores apostaron por los eSports y los juegos de casino durante la pandemia de COVID-19. Este tipo de modalidades podrían convertirse en un salvavidas para las casas de apuestas deportivas online si las ligas nacionales y los eventos internacionales volviesen a suspenderse en el futuro, garantizando que los apostadores tuvieran opciones disponibles durante una nueva pandemia.
Otro factor que podría ayudar a que las apuestas deportivas sobrevivan a otra pandemia es el avance y la mejora de las plataformas virtuales. Durante la pandemia de COVID-19, muchas casas de apuestas deportivas online mejoraron la experiencia de usuario en sus aplicaciones y sitios web. De esta forma, en un nuevo bloqueo deportivo, los operadores pueden aprovechar los avances en la inteligencia artificial (IA) y el big data para personalizar la experiencia para cada apostador, ofreciendo recomendaciones más precisas de los eventos deportivos disponibles en ese momento.
En conclusión, la experiencia adquirida durante la pandemia de COVID-19 ha permitido al sector español de las apuestas deportivas estar mejor preparado para enfrentar futuros desafíos globales, incluida una posible nueva pandemia.