Autor: Pedro Orejas, director de Desarrollo de Negocio en España y Portugal de ID Logistics Iberia
El sector de la logística global se halla en un momento decisivo, moldeado ya no sólo por las crecientes demandas del comercio electrónico, sino también por una situación internacional marcada por la incertidumbre y las tensiones geopolíticas. Al mismo tiempo, las fluctuaciones en los costes energéticos o las políticas proteccionistas en varias economías de relevancia están generando una presión añadida sobre la actividad.
En este escenario, al que hay que sumar la creciente exigencia del consumidor y la demanda de entregas cada vez más rápidas y eficientes, las empresas deben adaptarse y encontrar formas innovadoras de responder a una complejidad operativa que continúa en aumento. Teniendo esto en cuenta, el próximo año será testigo de un impulso decisivo en áreas que ya están marcando el camino en el sector. Desde la automatización y la sostenibilidad, hasta una logística más centrada en el cliente y basada en datos, estas tendencias están transformando el panorama logístico, y aquellas empresas que sepan integrarlas en sus operaciones estarán mejor preparadas para los desafíos del futuro.
Automatización y digitalización de procesos
Gracias a la integración de tecnologías avanzadas, los almacenes se han convertido en centros especializados en los que la automatización, a través de la robótica y de sistemas de gestión (WMS), optimizan cada paso del proceso logístico y permiten que los equipos humanos se concentren en actividades de mayor valor estratégico.
La digitalización, por su parte, permite un control más preciso de las operaciones. Gracias a herramientas como el IoT y los sistemas basados en la nube, las empresas pueden supervisar en tiempo real el estado de sus inventarios, identificar posibles cuellos de botella y ajustar sus procesos con agilidad y precisión.
Aunque estas innovaciones han estado en el radar del sector logístico durante años, la realidad es que su adopción aún varía ampliamente entre las empresas. Por ello, es de esperar que, en 2025, observemos un cambio más sustancial en este sentido. La presión por mejorar la eficiencia operativa, reducir costes y responder a las demandas cambiantes del mercado puede servir como catalizador para que más empresas adopten soluciones tecnológicas avanzadas.
Data-driven logistics: toma de decisiones basadas en datos
Desde la previsión de la demanda hasta la optimización de operaciones, los datos se han convertido en el activo más valioso para las empresas logísticas. Sin embargo, no se trata tanto de la cantidad de datos disponibles, como de la calidad de los mismos. Para que los análisis sean realmente efectivos, es fundamental que los datos sean precisos, actualizados y fiables. En un entorno donde las decisiones rápidas son esenciales, la calidad de la información es un factor crítico para garantizar resultados positivos.
El análisis avanzado permite predecir patrones de consumo, optimizar rutas de entrega y gestionar inventarios de manera proactiva. Esto tiene su eco en la mejora de la eficiencia operativa, pero también permite prever la demanda de productos con una precisión mucho mayor, lo que permite a las empresas ajustarse con antelación y evitar situaciones de sobrestock o desabastecimiento.
El compromiso ineludible con la sostenibilidad
El impacto ambiental de la logística se ha convertido en un tema prioritario, tanto para las empresas como para los consumidores. Cada vez más, las decisiones de compra están influenciadas por criterios de sostenibilidad, lo que obliga a las compañías logísticas a adoptar prácticas más responsables.
Una de las áreas donde esto es más evidente es en la última milla. La entrega a domicilio, que es el paso más intensivo en emisiones dentro de la cadena de suministro, está experimentando una transformación gracias a la incorporación de vehículos eléctricos, bicicletas de carga y sistemas de optimización de rutas que minimizan las distancias recorridas.
Además, el embalaje sostenible se ha vuelto esencial. Los consumidores esperan soluciones que reduzcan los residuos, lo que ha llevado a un aumento en el uso de materiales reciclables y biodegradables. Pero la sostenibilidad no se limita al embalaje; también implica prácticas como la logística inversa eficiente, que permite la recuperación y el reacondicionamiento de productos de manera más respetuosa con el medio ambiente.
La omnicanalidad y la experiencia del cliente
La omnicanalidad ha transformado la manera en que los consumidores interactúan con las marcas. Ya no se trata sólo de entregar productos; hablamos de ofrecer experiencias personalizadas que respondan a las necesidades y preferencias de los clientes.
En este sentido, los consumidores esperan opciones flexibles como el «click & collect», entregas el mismo día o puntos de recogida en ubicaciones convenientes. Para cumplir con estas expectativas, las empresas deben integrar sus canales físicos y digitales, creando un flujo de información constante que permita una gestión eficiente del inventario y la adaptación de los repartos.
Asimismo, la experiencia del cliente en logística va más allá de la velocidad de entrega. La transparencia es clave: los consumidores quieren saber dónde está su pedido en todo momento, lo que ha llevado a una mayor adopción de herramientas de seguimiento en tiempo real.
Otra tendencia creciente es el uso de lockers inteligentes y microhubs urbanos, que no solo mejoran la eficiencia en la última milla, sino que también ofrecen conveniencia al cliente al permitirle recoger sus pedidos en el momento que le resulte más adecuado.
La logística global se enfrenta a una transformación sin precedentes, impulsada por la tecnología, la sostenibilidad y el consumidor como eje central. Adaptarse a estas tendencias no es solo una ventaja competitiva, sino una necesidad para sobrevivir en un mercado cada vez más dinámico. Las empresas que adopten una visión estratégica y flexible estarán mejor posicionadas para superar los desafíos y liderar la evolución del sector hacia un futuro más eficiente, conectado y sostenible.