Krismary Font es una joven venezolana que llegó a España en febrero de 2020, justo un mes antes del inicio de la pandemia. Venía junto a su marido y una bebé de un año en busca de una vida mejor, y justo, si ya es difícil llegar a un país nuevo, sin conocer a nadie y sin tener un trabajo fijo, hacerlo y encontrarte a la mayor pandemia mundial de los últimos 100 años lo complica todo mucho más.
El 2020, que fue el año que todos recordaremos para siempre como el año en que cambió nuestras vidas marcado como el del COVID-19, provocó el boom definitivo del comercio electrónico y de muchos de sus sectores. El confinamiento y cierre de tiendas físicas en todo el mundo provocó un auge sin precedentes de las ventas online. Según algunos estudios, durante todo este tiempo, el ecommerce creció tanto entonces, como lo hizo en los últimos 5 años.
Ante este hecho, el sector del transporte se enfrentó a un auténtico reto para absorber la enorme demanda de pedidos que no dejaba de crecer. Esto permitió que aparecieran nuevas soluciones como la de Beeasy, startup que llegó al mercado el año pasado para poner solución a la distribución de la última yarda, haciendo entregas en franjas de 1 hora mediante una red de reparto de proximidad, ecológica, sostenible y social, que pretende revolucionar las entregas domiciliarias apostando por unas entregas “verdes” a pie, reduciendo de esta forma el tráfico.
Es en este punto cuando entra en juego nuestra protagonista del inicio del texto, Krismary Font. Y es que uno de los pilares que tiene Beeasy es el aspecto social, en el que apuestan por ofrecer empleo dando de alta en la seguridad social a sus repartidores.
Otras plataformas de repartos similares apuestan más por la figura del autónomo, algo en lo que Beeasy no confiaba. Al ser un empleo por horas, los “bees” pueden compatibilizarlo con otras actividades. Justo el empleo que necesitaba y que más se ajusta a Krismary, que nos habla así de su experiencia: “El horario que tenemos nos permite hacer otras cosas durante el día. Si estás estudiando, haciendo algún curso
o en otro trabajo o si eres mamá y tienes que cuidar de tu hija, como es mi caso, que tengo una niña de 3 años, te beneficia mucho. Y es que, como ejemplo, yo que empecé en beeasy en junio tenía que cuidar de mi niña hasta que llegase mi marido de su trabajo. Así, con beeasy puedo cuidarla y luego trabajar. O si cuando empiece el colegio necesita quedarse en casa, puedo yo quedarme con ella, esto es un beneficio muy grande” nos comenta Krismary.
Un beneficio muy importante y que valoran mucho también los “bees” es poder estar dados de alta en la seguridad social. “Desde el día 1 nos hacen contrato laboral, ni pagan por horas ni nada. Estar dados de alta es un beneficio muy positivo para nosotros” explica la bee.
El funcionamiento de la app con la que trabajan los repartidores es muy sencilla. Según comenta la protagonista: “La aplicación que tenemos es muy fácil de usar. A primera hora de la mañana nos informan de los paquetes que vamos a recibir, y así nos vamos haciendo una idea de cómo va a ser el recorrido que debemos realizar. Posteriormente la app ordena los paquetes para comenzar la ruta de reparto. Así,
aparece el primer envío y por orden los siguientes. Hasta que un paquete no lo marcamos como entregado o fallido la aplicación no nos lanza el siguiente pedido, algo muy intuitivo y cómodo la
verdad”.
En cuanto a la jornada laboral de los repartidores de beeasy, en el caso de Krismary comienza después del mediodía: “De 13 a 15h recibimos los paquetes que tendremos que repartir durante la tarde. A las 17h ya la aplicación nos informa de la ruta que tendremos que seguir para repartir los pedidos, y a las 18h tenemos que estar en el primer punto que nos hayan marcado de reparto”.
En opinión de uno de los fundadores de Beeasy, Juan Manso, este valor “social” que aportan es muy importante para ellos. Juan nos explicaba en una entrevista que desde la compañía quieren aportar su granito de arena en crear empleo para gente que quiera utilizar Beeasy como complemento salarial. “Por ejemplo, para personas fuera del rango profesional que se han quedado en paro, sin empleo, personas que estén en riesgo de exclusión social, etc… Nosotros en Beeasy apostamos por el modelo asalariado para generar confianza. Necesitamos gente que tenga ganas de trabajar, que le guste andar y que conozca su barrio. Estos son los tres requisitos que tiene que cumplir normalmente para que cualquier persona pueda aplicar para trabajar con nosotros”.