En estos momentos de crisis sanitaria y económica he observado muchísimos casos de tiendas locales o pequeños comercios que han aprovechado la oportunidad para gestionar su marketing de manera digital y así poder continuar con su actividad.  Era algo que se estaba haciendo poco a poco, noté que aceleró drásticamente, confirmando que el concepto de marketing está cambiando: cada vez más compañías se han dado cuenta de que es una herramienta fundamental.

Las campañas digitales tienen un coste mucho más bajo y permiten conseguir buenos resultados incluso con un presupuesto reducido. El secreto está en adaptar las estrategias con el fin de mantener el posicionamiento de marca y generar una adecuada experiencia al cliente, sin dejar de pensar en nuevas oportunidades de negocio. Además, el marketing online permite a las empresas conocer mejor a sus clientes, por lo que, pueden crear contenidos más relevantes, que se adapten a sus necesidades actuales, y mejorar la personalización de su publicidad.

Las cifras también avalan la tendencia: 7 de cada 10 empresas en España se han digitalizado como respuesta a la pandemia, según un informe de Salesforce; y el gasto en marketing digital en relación con los presupuestos totales de las compañías creció durante la pandemia, aumentando en un 12,6% los presupuestos de la compañía en promedio con mayo, el más alto registrado en el informe (en comparación con el 11,3% en febrero), según The CMO Survey. Otro factor clave que ha impulsado la demanda ha sido el cambio del perfil de usuario: la edad y el sexo ya no son factores condicionantes a la hora de utilizar Internet, puesto que muchas personas mayores han tenido que enfrentarse a las nuevas tecnologías por estricta necesidad, y los más pequeños de la casa han comenzado a navegar para cumplir objetivos educativos o de entretenimiento.

En estos meses, y de cara a la ‘nueva normalidad’, en NeoAttack hemos visto una mayor demanda de publicidad online, servicios especializados en SEO, comercio electrónico, estrategia de contenidos y aplicaciones web, como consecuencia de una mayor necesidad entre las marcas de alcanzar mayor visibilidad online. Además de contar con una página web de calidad, es fundamental dar una imagen profesional, y para ello, hay que abarcar desde el posicionamiento SEO, el mundo del Social Media, la creación de contenidos de calidad en el blog o la monitorización de la presencia en Internet para conocer el sector, entre otras cuestiones.

En este sentido, la publicidad digital ha sido la más demandada: la diversificación de los formatos, formas de pago y opciones de segmentación del público la han convertido en una opción sólida y llenas de posibilidades para las empresas, sobre todo por aquellas que necesitan resultados inmediatos: en Internet solo se cobra cuando se obtiene el resultado que se desea y se puede conocer exactamente cuántas personas visualizaron un anuncio, cuántas hicieron clic y cuántas ventas se realizaron por esta vía. En este sentido, la innovación, los constantes avances y el uso que los mismos internautas dan a los anuncios, se han constituido en el principal reto a vencer, lejos de que se mantenga la preocupación por usar el formato más novedoso, hoy es igual de importante usar el más funcional de acuerdo a las métricas de desempeño que sean observadas en cada uno.

La publicidad en redes sociales también ha sido una de las más utilizadas por las marcas durante el confinamiento: los usuarios se animaron a realizar sus compras a través de las redes sociales, ya que, además, pasaban más tiempo en ellas, permite utilizar diferentes formatos y ofrece una gran segmentación. Esta herramienta destaca por su facilidad de uso, su bajo coste y su gran resultado. Además, dispone de diferentes opciones tanto para la comunicación como para la distribución.

Observar el SEO y el SEM también ha sido un aspecto fundamental a tener en cuenta. Este puede que sea uno de los mejores momentos para equilibrar el posicionamiento orgánico y el posicionamiento de pago, ya que, de esta forma se puede conocer el impacto del negocio en los usuarios. Con respecto al SEO, ocupar una buena posición en los resultados de búsqueda es fundamental a la hora de atraer a unos clientes que, como decimos, son más numerosos a raíz del confinamiento derivado de la pandemia del COVID-19.

En definitiva, es indudable que la digitalización ha supuesto un cambio estructural y cultural en las compañías, especialmente en las pymes. La digitalización empresarial es una transformación que no puedes dejar escapar: te ayudará a destacarte de la competencia, marcar la diferencia y ser un referente tanto para tus clientes como para futuros empleados altamente formados. Por último, algo imprescindible en la estrategia de marketing y coronavirus es, estar preparado para actuar cuando el mercado se recupere, con el fin de reaccionar rápidamente ante cualquier movimiento en el sector. En este sentido, tener un plan de atracción de clientes post-coronavirus permitirá actuar en la dirección adecuada y a la mayor brevedad.