Las asociaciones que representan la cadena de valor del gran consumo (ACES, AECOC, ANGED, ASEDAS y FIAB) han pedido formalmente al Gobierno garantizar el buen funcionamiento de la cadena de suministro y la libre circulación de mercancías.

Las organizaciones han reclamado esto al Gobierno “para no alentar los actos vandálicos que en algunos puntos se están produciendo«. Y, también,» ante el recrudecimiento de las acciones destinadas a impedir que el transporte de mercancías por carretera puede ofrecer sus servicios” según se informa en un comunicado conjunto.

En el mismo, se declara que este paro del transporte ha sido convocado por una organización muy minoritaria que no cuenta con apenas apoyo, ni del Comité Nacional del Transporte por Carretera ni de los sindicatos mayoritarios. Sin embargo, la situación está siendo cada vez peor para los convocantes. Los bloqueos en los puertos, lonjas, mercados mayoristas y centros logísticos están ocasionando problemas para las empresas del sector. Esto deriva a la falta de suministro en fábricas, dificultad para abastecer los puntos de ventas, entre otros.

El sector del gran consumo en crisis desde el pasado lunes

Fue el pasado lunes 14 de marzo cuando la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera convocó una huelga. Este paro nacional indefinido ha sido provocado por el incremento de precios de los carburantes ocasionado principalmente por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, entre otros motivos.

El objetivo de esta huelga es resolver la situación económica de quiebra real y las precarias condiciones laborales a las que están sometidas “el 90% de las empresas de transportes”, según se afirma en un comunicado. Por ese motivo, la Plataforma de transportistas ha enviado una lista de demandas a los ministerios de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Trabajo y Economía Social. La principal reivindicación de la Plataforma es la prohibición de la contratación de los servicios de transporte por debajo de los costes de explotación y de la carga y descarga por parte de los conductores y autónomos.

Es por ello que las organizaciones han obligado al Gobierno a paliar la descontrolada subida del precio del combustible. Consideran que no es momento para llevar a cabo un paro del transporte y “menos aún si este se convoca con carácter indefinido y sin objetivos claros de ningún tipo, porque solo servirá para desestabilizar aún más la complicada situación por la que atravesamos debido a la invasión de Rusia a Ucrania”, se afirma en el mismo.