• Oye, ¿te has enterado? que Mark Zuckerberg amenaza con irse de Europa si no puede transferir, almacenar y procesar datos de sus usuarios europeos en sus servidores en EE UU… otra amenaza más.

A estas alturas de la película, no son pocos los internautas que responden a la enésima bala disparada entre EEUU y UE sin dar crédito a la amenaza, incluso con cierto recachondeo:

• “Ya nos cerraron los bares, Mark.. no será tan grave. Lo superaremos”

Ahora bien, ¿lo superarían los negocios para los que en las plataformas de Meta se gestan y relacionan con sus clientes? ¿realmente lo superarías tú? Es más, ¿sabes de dónde viene todo este intercambio de balas en la nueva guerra global? ¿Te interesaría saberlo?

Desde Innova Digital Export, con más de una década de experiencia curtiéndonos en batallas fiscales y legales del ecommerce internacional más surrealistas, con Dori López en cabeza como autora del presente artículo, vamos a intentar arrojar algo de luz para que entiendas el origen y el por qué de la nueva guerra mundial. Que.. oh! Sorpresa! Es digital.

A) Situación de partida de la “espiral regulacionista”

Arranquemos este artículo recordando una premisa:  De las 10 mayores empresas del mundo, 8 son tecnológicas. Ninguna empresa es europea. En un lado del ring, tenemos a EEUU con gigantes como los famoso “GAFA” [ Google, Facebook, Apple, Amazon.. pero ojo! También Microsoft, Tesla..”. Del otro lado del ring tenemos.. China! Con sus abanderados Alibaba y Tencent.

• “Ya, bueno, pero es que 10 son muy pocas… “

Vale. Vamos a ampliar un poco el abanico, véase (1):

• (Mundo 25 / Europa 2) De entre las 25 mayores empresas por volumen de financiación, sólo 2 son europeas: Telegram (UK) y Momondo (Dinamarca).
• (Mundo 20/ Europa 1) De entre las 20 mayores empresas tecnológicas por capitalización bursátil sólo SAP (Alemania) entraría como representante de la UE.
• (Mundo 100/ Europa 8) De las 100 startups con mayor capitalización bursátil, contamos con la friolera de 8 empresas europeas, tales como Spotify, Ayden, Zalando o HelloFresh.
• (Mundo 25/ Europa 0) Si nos asomamos al ranking global de unicornios vamos algo peor. Ninguna empresa europea en el top 25.

De hecho, y como consecuencia, el peso sobre el PIB global de la UE no para de caer en la última década. En concreto, España, que llegó a ser la octava potencia mundial en 2007, ahora está en tímido decimocuarto puesto.

¿Convencido de la falta de hegemonía en el liderazgo empresarial tecnológico mundial?

B) La pérdida de hegemonía de Europa en la competitividad global

Europa se ha quedado a la cola de la innovación, por diferentes motivos de peso:

• Tal como se ha visto en el apartado previo, en Europa apenas tenemos empresas líderes en innovación, por lo cual somos cada vez más “dependientes” tecnológicamente.
• Tradicionalmente Europa ha priorizado proteger las industrias tradicionales a apostar por la disrupción real en materia tecnológica. Si esto lo comparas con potencias como China, cuya revolución económica sin precedentes no ha dado tiempo a implantar esta “industria tradicional”, estamos en clara desventaja. Compara un régimen normativo en el que se quiere proteger a toda costa las “viejas prácticas” con un país que ha parado de tener dinero en efectivo a realizar el 90% de sus pagos con un smartphone. Sencillamente, han evolucionado tan rápido que no llegó a calar la tarjeta de crédito, con lo que, en ese sentido, tampoco hay mucho que proteger, ¿no crees?
• En Europa existe un gran sobredimensionamiento de la investigación académica, orientada especialmente a revistas de prestigio con un bajo pragmatismo. Lo cual también se traduce en una débil conversión en patentes.
• Falta de recursos I+D públicos o privados. Sencillamente no hay. Tampoco existe inversión real en empresas disruptivas. Tal como me indicó un bien-intencionado inversor hace una década en un evento de business angels… “Deja de perder en tiempo. El proyecto es muy bueno, pero en España, simplemente, no existe el capital semilla”.
• En el medio plazo, China y EEUU marcarán una aún más clara hegemonía en tecnología disruptivas e Inteligencia Artificial. Sin datos, sencillamente, no hay IA. Vuelve a comparar la cada vez más exigente ley de privacidad en España con un país como China, con 1000 millones de usuarios de Internet, donde la primera ley en este sentido nació el año pasado. ¿Qué empresas crees que tendrán una mayor oportunidad de “nutrir” de alimento a sus inteligencias artificiales y, por ende, ganar aún más competitividad?

C) La defensa europea en calidad de “espiral regulacionista”

Y aquí queda Europa. En medio de estos dos gigantes, haciéndose cada vez más y más chiquitita… pobrecita encogiendo en el miedo… dando manotazos regulatorios.

¿Entiendes ya un poco mejor el por qué de tanta regulación? Ahora que el tema te ha enganchado porque conoces la importancia del mismo (¡nada menos que la pelea por la supremacía mundial!) voy a intentar explicártela hecha sencilla para que puedas entender la implicación real de cada nueva noticia.

5 claves para entender la espiral regulacionista digital.

1. La diferencia entre una directiva y un reglamento.

Ambas nacen a nivel europeo, con una clara diferencia: el reglamento es de aplicación directa (en el momento en el que se aprueba, los países de la UE deben empezar a aplicarlo a nivel local), mientras que una directiva no. Una directiva es una “especie de proposición” que hace la UE y que cada país debe de transponer en una ley local o modificando una ley local. Un país puede elegir si mantener el nivel de “exigencia” que marca una directiva o si hacer su ley local “aún más estricta”. Normalmente vamos a empezar a oír a hablar de nuevas directivas y reglamentos mucho antes de que se apliquen a nivel local, así que.. Don’t panic!

2. En una misma materia, pueden regir varias leyes locales y reglamentos.

No existe una normativa unificada de comercio electrónico a nivel mundial. De hecho, para una misma materia, como por ejemplo, la venta online o la ley de cookies, no aplica una única ley. Por ejemplo, para la Ley de Cookies tendríamos que “hacer un mix” con las normas que nos imponen el reglamento RGPD, el reglamento ePrivacy o la Ley Local de Servicios de la Sociedad de la Información y comercio electrónico (LSSI)

Esto aún se vuelve más interesante si vendes en un país concreto, ya que tendrás que tener en cuenta también las leyes locales del país destino. Como ves, es de una extrema complejidad para cualquier vendedor online, y por eso, y no por interés propio, os animamos a poneros en contacto con empresas como la nuestra que llevamos una década batallando con el lado “más pragmático” de la fiscalidad y legalidad en Internet.

3. Novedades en fiscalidad directa vs indirecta

Europa pelea en dos frentes:

• La fiscalidad directa: Twitter tuvo en el último ejercicio 1,3 M de beneficio en España y sólo pagó 100k de impuestos. Se entiende que España tenga que hacer algo. El problema llega cuando se le impone a Amazon una “Tasa Google” que automáticamente aplica descaradamente en sus vendedores y, por ende, en el consumidor final ³. En este sentido me temo que aún hay mucho por pelear, e intentar proteger los datos de los consumidores europeos, motivo por el cual Mark amenaza con irse, es uno de los muchos intentos de “fiscalizar” a estos gigantes tecnológicos.
• La fiscalidad indirecta: Si tienes un ecommerce, sabes que 2021 llegó con premio en forma de ventanilla única. Pero si lo comparas con la obligación de vender con IVA en país destino y estar dado de alta fiscalmente en cada mercado si almacenas stock.. más que una facilidad, ya entenderás que es un intento más de fiscalizar un mundo digital que avanza mucho más rápido que el normativo.

4. Novedades en 2022

Lo que debes saber en materia de “novedad fiscal y legal” sin que tener que leer las 70 reformas legislativas que se han publicado en España durante todo 2021, así como lo que está por venir:

• Si tienes un ecommerce, debes declarar el IVA en país destino a través de la OSS sin envías crossborder. Si tienes stock en el país destino, debes contratar una asesoría que te dé de alta en el país. Siempre con IVA del país destino.
• El reglamento por Exención de Bloque Vertical (VBER) trae novedades interesantes para los fabricantes, que podrían tener más control sobre quién vende sus productos en Internet y el precio que se ofrece según el modelo de venta. Ojo porque esto podría ser realmente interesante si no se queda “en agua de borrajas” como otros reglamentos que han pasado sin pena ni gloria por el mundo de la venta digital (véase reglamento de Geobloqueo).
• Se están “pergeñando” dos nuevos marcos normativos que se irán dando forma como reglamentos. La DSA y La DMA, se pretende, entre otras intenciones:
  • Que los gigantes digitales sean más transparentes, por ejemplo, informando quién vende un producto o quién patrocina un contenido.
  • Eliminar los ecosistemas cerrados. Por ejemplo, Amazon se negó a vender Chromecast de Google.
  • Amazon podría verse obligado a compartir información de terceros sobre cómo se realizan sus ventas.
  • Facebook podría verse obligado a informar sobre cómo funciona su sistema de publicidad.
• Tendremos novedades en la “Directiva para la protección de los consumidores” y el “Reglamento regulador para la mejora de las plataformas”, que no tienen otro cometido que intentar seguir regulando lo que ya os estáis imaginando.

5. ¿Qué debería hacer Europa?

Si has llegado hasta aquí, probablemente estás más que preocupado por la posición de Europa en la nueva carrera tecnológica. Lamentablemente desde mi posición de precaria empresaria, no tengo mucho más que aportar que algunas ideas que debatir contigo… y después.. te leo en comentarios:

• Es necesario un marco normativo que permita la explotación de información sensible con garantía para los usuarios, pero sin la pesadilla legal en la que nos vemos inmersos (véase la gran efectiva “ley de cookies”
• Por el contrario, cada usuario debería poder ser dueño de su información, que incluso en países de la EEUU ya se intercambia por dinero. ¿Por qué se puede hacer spam telefónico, pero no digital? Con sentido común, dejemos de limitar a nuestras empresas.
• Necesitamos una regulación digital eficiente y unificada, que se centre menos en “Tasa Google“ o “Tasa de la impotencia” y apueste más por la flexibilidad e inversión en innovación.

La clave no es sólo protegerse. Empecemos a competir.