Las rebajas de verano son uno de los periodos favoritos de los consumidores para realizar sus compras, de hecho la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI) estima quecada español medio gastará entre 72 y 76 euros durante estas rebajas. Dentro de esta venta masiva, las compras online cada vez van cogiendo más protagonismo, alcanzando un 3,5% de la cuota de venta actual en España, una cifra que según la Asociación de comercio textil y complementos (Acotex) se estima crecerá hasta el 10% en 2014.
En el entorno de las rebajas, y teniendo en cuenta el contexto económico actual, cada vez más proliferan los buscadores de gangas, tanto en compras virtuales como en compras físicas. Por la red, corren decenas de mitos entorno a este tipo de compras y a los derechos que los consumidores tienen sobre ellas. ¿Con qué derechos cuentan los consumidores cuando las gangas aparentes resultan ser un fracaso?, ¿los mismos que una compra online convencional?, ¿acaso se pueden devolver las mercancías con descuentos? o ¿puede el vendedor online reembolsar el dinero pagado en forma de un vale en caso de una reclamación por mercancías defectuosas? Tomando como referencia este contexto, Rafael Gómez-Lus, Experto Legal de Trusted Shops en España, desmiente 4 grandes mitos que circulan por la red:
- Mito nº1: “Por lo general, las gangas online quedan excluidas de la devolución”: Esta afirmación es falsa porque al efectuar compras en Internet se aplica un periodo de desistimiento o un derecho de devolución de 14 días, un plazo que también se tiene vigor si el cliente compra productos con descuento. El inicio de este periodo comienza cuando el comprador recibe las mercancías o, en caso de que la compra sea de un servicio, cuando se concluye el contrato. Por otra parte, el vendedor ha de cumplir con su deber de información, esto significa que deberá ofrecer al consumidor los datos sobre los gastos de envío, plazos de entrega, etc., e informarle acerca de su derecho de devolución. Todo esto se debe hacer tanto antes de que se efectúe el pedido en la tienda, como después en un soporte duradero, por ejemplo en el correo electrónico de confirmación de pedido o en un documento escrito.
- Mito nº 2: “El vendedor online puede reembolsar el importe de compra en forma de vale en caso de una reclamación por mercancías defectuosas”: Si se envían mercancías incorrectas o defectuosas, gracias a su derecho de desistimiento, a efectos legales el cliente tiene derecho a reclamar la garantía. Esto significa que el cliente puede elegir si desea que se repare el producto adquirido o si prefiere que se le envíe uno nuevo. Este derecho también se aplica si los productos han sido dañados durante el transporte. Sólo se considerará el reembolso si el tipo de restitución seleccionada por el consumidor no ha tenido éxito dos veces consecutivas. En este caso, el consumidor podrá cancelar el contrato y recibir su dinero de vuelta. Para el reembolso, el consumidor tiene derecho a recibir su dinero en el método de pago que haya utilizado, por lo que no tiene que conformarse con un vale.
- Mito nº 3: “Si la entrega de la mercancía se retrasa, el comprador online solo puede esperar”: Las tiendas online están obligadas a especificar los plazos de entrega de los productos si estos no están disponibles de inmediato. Esto se puede indicar de forma aproximada («aprox.») o exacta («a más tardar el…») y la tienda debe cumplir con los plazos de entrega especificados. Si el consumidor no recibe la mercancía en el plazo establecido, emplaza al empresario a un plazo de entrega adicional, y éste lo incumple, el consumidor podrá resolver el contrato. Si este derecho no se le reconoce, también podrá ejercer el derecho de desistimiento sin necesidad de dar explicaciones, antes de la fecha de entrega acordada para el pedido.
- Mito nº 4: “Cuando se compran mercancías, estas siempre pueden ser cambiadas”: No existe un derecho legal de cambio. Cuando se efectúa una compra online, se puede cancelar el contrato dentro de un plazo de 14 días y recibir de vuelta el importe de compra. Sin embargo, el cliente no dispone de un derecho para hacer cambios en las mercancías.