Las necesidades del consumidor han cambiado en las últimas décadas. La digitalización ha supuesto todo un reto para el mundo de la publicidad creando nuevos canales y vías de comunicación más directos, rápidos y segmentables. La realidad, sin embargo, es que la publicidad tal y como la conocemos hoy en día es el resultado de una evolución natural a la que se ha tenido que ir adaptando según las distintas etapas de la historia.

Del periódico a la radio y de la televisión a Internet, las marcas siempre han buscado seducir a un consumidor cada vez más exigente con las empresas, de las que ya no solo quieren un buen producto, sino también un vínculo cercano, que estén socialmente comprometidas y que les hagan vivir experiencias únicas. Los clientes quieren comodidad, rapidez y un diálogo directo con la marca, ya sea a la hora de conocer sus productos o servicios, resolver dudas o hacer reclamaciones.

La llegada y desarrollo de las nuevas tecnologías y formas de comunicación trajo consigo la innovación respecto al desarrollo de los contenidos publicitarios y la forma en la que estos se presentan al público. Las empresas se vieron prácticamente en la obligación de estar presentes en Internet. Esto les ha permitido contar con un espacio propio en el que pueden darse a conocer obteniendo un posicionamiento en el mercado, mostrando sus productos de forma didáctica y creando experiencias y expectativas en el comprador.

En la actualidad se encuentran un sinfín de posibilidades de acceso a la información gracias a Internet, y esto ha hecho que el uso de los medios masivos convencionales como la televisión, la radio y la prensa impresa vayan perdiendo impacto en el público. Frente al contenido que ofrece la publicidad digital, los mensajes de los medios tradicionales se han vuelto aburridos y monótonos. El consumidor de la era digital busca involucrarse con la marca, tener un contacto directo con ella e interactuar constantemente. Además, quieren controlar su propia programación, pasando de una publicidad de masas a una publicidad de nicho personalizada en la que cada uno encuentra lo que le interesa.

Para hacernos una idea de su impacto, según Statista, solo en 2019 se invirtieron en España aproximadamente 1.781 millones de euros en publicidad en Internet, que ascendió a 1.960 millones en 2020, y se prevé un incremento continuado del gasto hasta superar los 2.650 millones de euros en 2024.

Uno de los principales beneficios de la publicidad digital es que es posible medir y analizar en tiempo real los resultados de una campaña. Puedes saber desde cuántas personas navegan por una web a quién lo hace, frecuencia, comportamiento dentro de la página, tiempo de permanencia, etc. Esto te permite tomar las decisiones más oportunas y efectivas para la optimización y consolidación de las futuras estrategias. Como medio publicitario, si hay algo destacable de la red es la accesibilidad de todo tipo de anunciantes sin importar su tamaño o naturaleza. Es decir, facilita que todas las empresas, sean pequeñas, medianas o grandes, puedan competir con una multinacional en igualdad de condiciones, pues ambas podrían planificar sus campañas online con las mismas herramientas.

Pero la propia publicidad digital también ha ido evolucionado dentro de sí misma. Los formatos más intrusivos han ido dando paso a formatos nativos que se integran con el contenido o que muchas veces se convierten en el propio contenido, como sucede en las estrategias de generación de demanda y los social ads. También hemos visto cómo la publicidad en video es cada vez más importante y la consolidación de la publicidad en buscadores.

Los usuarios están en contacto permanente con los medios digitales. Buscan interacción y entretenimiento con las marcas, que generen experiencias reales con el consumidor a través de plataformas digitales, juegos, redes sociales, vídeo y blog, entre otros. Los hábitos de los consumidores cambian, y con ellos también cambia el comercio, el marketing y la publicidad. Por eso, si los usuarios pasan cada vez más tiempo en las redes sociales, las empresas deben estar cada vez más presentes en ellas.