La última milla es actualmente uno de los mayores retos dentro del sector de la logística. Los nuevos hábitos de consumo requieren cada vez más rapidez y conveniencia a la creciente demanda del comercio electrónico.

Mientras que las grandes empresas de logística trabajan para dar una solución a la última milla, son muchas las empresas que han nacido con el propósito directo de solventar este obstáculo.

En este contexto nació Kiwi, una start-up fundada en 2017 por David Costa, co-fundador de Kiwi y CIO de Nektria, Alex Tortras, CEO, y Christian Costa, COO, que tiene como objetivo instaurar la entrega en franja horaria para empresas de e-commerce.

En 2018, Kiwi facturó más de 700.000€ y realizó más de 70.000 entregas a domicilio. Este año está previsto que alcance una facturación de 1.8M€.

Uno de los principales motivos por el cual los clientes dejan de comprar online es no saber cuándo van a recibir su pedido. La gran mayoría de los e-commerce siguen utilizando servicios de paquetería 24 horas para realizar la entrega de sus pedidos, pero cada vez son más los clientes que están demandando una mayor conveniencia, es decir, quieren recibir su pedido dónde y cuándo quieren, con plazos de entrega más precisos.

El modelo celular

Para Kiwi, la solución a esta creciente demanda está en ofrecer franjas horarias. Para ello, Kiwi ha diseñado un innovador modelo de reparto, llamado el “modelo celular”, en el cual se utiliza un camión como almacén móvil y motos como lanzaderas. A través de este modelo, Kiwi ha conseguido no solo ayudar a sus clientes a implementar el uso de franjas horarias, sino también garantizar a sus clientes que un 98 % de sus pedidos se entreguen en hora.

El modelo tradicional de reparto (1 ruta = 1 repartidor) ejecuta rutas de forma lineal o secuencial por lo que es muy sencillo que un pequeño retraso impacte al resto de pedidos. En cambio, el modelo celular (1 ruta = equipo celular) ofrece una solución dónde se ejecutan rutas en equipo de forma no-lineal, paralelizando las diferentes etapas del proceso y evitando que cualquier imprevisto de la ruta impacte al cliente final.

“Con el auge del e-commerce, el modelo tradicional de reparto se ha quedado obsoleto y se requieren de soluciones más complejas para superar los retos medioambientales y de empleo en un sector muy precarizado”, explica su CEO, Alex Tortras.

Reparto eficiente y sostenible: rutas de alta productividad

El modelo celular permite realizar rutas de alta productividad mucho más eficientes que una ruta tradicional, reduciendo al 50% la flota necesaria para el reparto y disminuyendo así la huella medioambiental. Habitualmente, en las rutas tradicionales de reparto, la capacidad está limitada por la jornada laboral del repartidor. En cambio, ejecutando rutas de alta productividad, se consigue utilizar la totalidad de la capacidad de los vehículos de reparto.  

Modelo laboral normalizado

A diferencia de los repartidores de muchas otras empresas del sector, los repartidores de Kiwi son asalariados y realizan las rutas en equipo, lo cual les ofrece no solo estabilidad laboral, sino también jornadas laborales más dinámicas, en las cuales la carga del trabajo queda repartida entre los diferentes miembros del equipo. Esto no solo es de gran ventaja para los repartidores sino también lo es para los propios e-commerce. Como explica David Costa, co-fundador de Kiwi, “Para ser competitivos, los e-commerce han de entender que su producto no es el que venden a través de su web, si no la propia entrega a domicilio. Por eso, lo que propone Kiwi a los e-commerce es una flota dedicada de repartidores que pueda servir como herramienta para potenciar sus ventas y marca de cara a cliente final”.

Clientes multisector

Actualmente, Kiwi cuenta con diferentes supermercados online y e-commerce como clientes, entre ellos, Ulabox, FontVella y BonÀrea. A su vez, la empresa está implementando su modelo celular en el sector Horeca con Frit Ravich.