Google accede a la petición de la Unión Europea ante las presiones y le ha planteado una solución alternativa a la comisión sobre cómo mostrar los resultados de compra para terminar con la discriminación de sus rivales. 

El pasado mes de junio conocíamos que la Comisión Europea había impuesto a Google una multa de 2.420 millones de euros por prácticas monopolísticas con su comparador Google Shopping.

La sanción que la UE le impuso a Google alcanzó una cifra récord por romper las normas antimonopolio al dar prioridad a sus resultados generales de búsqueda. En 2004 Microsoft e Intel fueron sancionados por el mismo motivo con una multa que ascendía a los 899 millones de euros y 1.060 millones de euros respectivamente.

La compañía tenía 60 días para proponer cómo «detenería su contenido ilegal» y 90 días para hacer cambios en cómo la compañía muestra los resultados de las compras cuando los usuarios buscan un producto.

Esos cambios deben ponerse en práctica antes del 28 de septiembre para evitar el riesgo de que la UE pueda volver a multar a la compañía. Esta sanción sería del 5% de los ingresos diario obtenidos  por cada día que no cumpla.

«La obligación de cumplir con la sanción es responsabilidad de Google», ha explicad la Comisión Europea en un comunicado oficial. El hecho de que la responsabilidad recaiga en Google significa que la empresa es quien debe para encontrar una solución que satisfaga a los reguladores. 

Con el planteamiento de Google sobre la mesa, la UE tiene un plazo de un mes para comprobar si los cambios propuestos por Google se ajustan a lo exigido. Los reguladores solicitaron ayuda técnica en junio para evaluar cómo cumple Google con el pedido, fijando un presupuesto de hasta 10 millones de euros para pagar a expertos en optimización de motores de búsqueda y marketing en buscadores.