Un 62,9% de los compradores españoles siguen utilizando la tarjeta de crédito o débito para pagar sus compras. Así lo expuso ayer Melchor de Palau i Rovira, director de eCommerce de Comercia Global Payments, durante su intervención en innoPayments 2017, el evento anual organizado por la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital) para abordar el presente y el futuro de los medios de pago.
En su presentación, Palau i Rovira advirtió de la limitada penetración de otras opciones como Paypal, Googlewallet y otros sistemas similares (14,9%), el pago contra reembolso (11,3%), las tarjetas prepago (7,2%) y la transferencia bancaria (4,7%).
El experto en eCommerce hizo también hincapié en los sectores donde se concentran las compras online en España, siendo el de transporte de viajeros el que tiene un ticket medio de compra más elevado, seguidos de grandes superficies y del ámbito hotelero. Sin embargo, es el sector retail el que aglutina mayor número de clientes compradores en comercio electrónico y el que, a su vez, tiene la mayor facturación.
El consumidor en el centro
Justo un día antes, Adigital organizaba otra jornada, esta centrada en la logística y el área de las operaciones de las empresas de la economía digital: innoDelivery’17. Entre las principales conclusiones, César Tello, director adjunto de Adigital, destacó: “Se está produciendo una gran transformación en el mundo de la logística: que tiene que poner en el centro al consumidor”. La importancia de responder a las nuevas demandas de los consumidores, como la inmediatez o su mayor capacidad de decisión sobre los productos y servicios por los que paga, están marcando la estrategia de las empresas en todos los sectores a corto y largo plazo.
Lo demostraron las experiencias de Neck&Neck, Interflora y Lyreco, pero, sobre todo, los nuevos modelos de negocio, representados por las empresas de entrega a domicilio como Glovo, UberEats, Deliberry y Delsuper. En palabras del co-fundador de esta última, Juan Rivero, “estamos presenciando una disrupción total por el lado de la demanda: el usuario digital no se mueve por el precio, lo hace por conveniencia, y está dispuesto pagar un sobrecoste por ello.”
