Una de las principales prioridades de los retailers es averiguar cómo obtener una ventaja para poder competir con Amazon. Para ello, muchas empresas están tardando en diferenciarse mediante la creación de experiencias de compra que combinen la personalización de la compra offline y la conveniencia de la compra online.
Este tipo de experiencias están siendo impulsadas gracias al desarrollo de la inteligencia artificial. Esta tecnología permite a las webs recomendar productos que se adaptan de manera única a los compradores, y además permite a las personas buscar productos utilizando el lenguaje conversacional o simplemente imágenes, como si estuvieran interactuando con una persona.
El personalizar el viaje de compra del usuario añade un gran valor que se ve reflejado en los números. Las marcas que han implementado estrategias de personalización convierten un 6-10% más, según un informe de Boston Consulting Group (BCG). Según predicciones de Accenture, esta tecnología podría impulsar las tasas de rentabilidad del 59% de las industrias al por mayor y al por menor en 2035.
En un nuevo informe de Business Insider Intelligence, la compañía ha evaluado los retos a los que pueden enfrentarse los retailers a la hora de implementan la IA, centrándose específicamente en los retos técnicos y organizativos.
Hay varias barreras en lo que a la adopción de la inteligencia artificial se refiere. En general, estos obstáculos vienen derivados de la falta de preparación del modelo de negocio de las empresas y de las estructuras organizativas de las mismas. El mayor problema suele residir en la falta de estructuras para manejar las grandes cantidades de datos que se necesitan para que esta tecnología funcione correctamente.