La economía europea quiere sobrevivir al coronavirus pero puede que su mayor barrera sean sus propias normas. Así lo han denunciado más de una docena de empresas y asociaciones de Alemania, Francia, Irlanda y Reino Unido, que han pedido a Bruselas «más flexibilidad» en las normas sobre el reparto de ayudas a startups durante la pandemia.
La Unión Europea y su sector tecnológico quieren superar la crisis económica que se avecina y poder hacerlo en condiciones de competir con Silicon Valley. Una situación que, según denuncian empresas del sector, podría estar en riesgo debido a las propias normativas comunitarias.
Es una carta conjunta a la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, Alemania, Francia, Irlanda y Reino Unido han solicitado a las autoridades comunitarias que permitan que las startups tecnológicas puedan beneficiarse del reparto de las ayudas.
Para ello, reclaman cambios en las leyes europeas de competencia, que actualmente impiden a los países miembros rescatar a empresas en quiebra. De acuerdo a esta ley, las startups tecnológicas que operan a pérdida o que han vendido gran parte de su negocio a inversores no cumplen los baremos europeos para poder recibir apoyo estatal.
Por ello, los representantes los cuatro países citados señalan la importancia de «tener en cuenta solo el flujo de caja actual minimiza el potencial económico de estas startups y les impide recibir el apoyo que tanto necesitan».
Además, advierten que si no se modifican estas normativas, la recuperación posterior a la pandemia de coronavirus será más complicada, ya que «las startups que actualmente se encuentran en pérdidas serán el motor del crecimiento económico y laboral en el futuro».