Una semana después del apagón eléctrico que dejó sin luz a la Península durante horas, la Confederación Española de Comercio (CEC) reclama que se informe con la mayor celeridad posible y trasparencia sobre las causas de la interrupción del suministro a fin de poder tramitar las reclamaciones por los daños causados en los establecimientos de comercio.
La diligencia en la gestión de estas reclamaciones es crucial para paliar las pérdidas sufridas en los negocios, especialmente en aquellos casos donde se han visto afectados por la pérdida de alimentos perecederos ante la falta de refrigeración, daños en la maquinaria, así como en los sistemas de seguridad de los establecimientos.
“Se puede dar parte a los seguros, pero hasta que no se determinen las causas, no se podrán resolver las indemnizaciones; por ello insistimos en que se informe de manera rápida y con certeza de las causas, para no obstaculizar la gestión de las aseguradoras, ya que los comercios deberán adelantar el dinero para reponer las pérdidas ocasionadas” señala el presidente de CEC, Rafael Torres.
Dada la heterogeneidad del comercio, las pérdidas registradas fueron diferentes en función del subsector, oscilando entre los 200 y los 2.500 euros por establecimiento, siendo los más afectados aquellos con mayor dependencia de sistemas eléctricos, especialmente alimentación.
A ello se suma la diversidad territorial; en algunas provincias como Valencia o Álava la jornada del 28 de abril fue festiva y los comercios permanecían cerrados, lo que mitigó en gran medida el impacto. Así mismo las comunidades autónomas de Canarias y Baleares apenas registraron afectación al tener sus sistemas eléctricos una conectividad muy reducida con la península.
CEC quiere agradecer el comportamiento tanto de los consumidores como de los trabajadores del sector, que respondieron con responsabilidad y serenidad en medio de la gran incertidumbre generada. Cabe destacar especialmente la labor de los comercios de barrio que respondieron con rapidez y profesionalidad para cubrir las necesidades de los ciudadanos. En muchos comercios, ante la imposibilidad de utilizar los TPVs, los profesionales optaron por fiar las compras, demostrando una vez más la confianza y la cercanía que caracterizan a este modelo de comercio.
Este episodio, como ya ocurrió con la pandemia, ha puesto de relieve una vez más, la importancia estratégica del comercio de proximidad.
Por último, desde esta patronal del comercio de proximidad estamos en contacto con la Secretaría de Estado de Comercio para hacer balance y seguimiento del impacto en el comercio. Reiteramos así nuestra disposición a colaborar con las administraciones, al tiempo que instamos a que se articulen con rapidez las vías necesarias para que los comercios puedan ser compensados cuanto antes.