La cadena de ropa irlandesa Primark ha anunciado que no desarrollará, al menos por el momento, una estrategia encaminada a vender sus productos online. En los últimos meses, la firma de low cost había realizado una prueba (sólo para UK) con el portal de moda online ASOS y tras la conclusión de la misma, ha decido no continuar por el caminio del comercio electrónico.
En su lugar, Primark se centrará durante el próximo ejercicio (año en el que se presumía Primark lanzaría su propio ecommerce) en la expansión de su superficie comercial de más de 1 millón de metros cuadrados por todo el mundo.
Según declaraciones recogidas por medios británicos del director financiero y propietario de Primark, John Bason, «la mejor manera de conseguir un crecimiento rentable está en la calle». Y es que la cadena de moda tiene muy en cuenta la dificiltad de compaginar una política de precios bajos con el coste de abrir un canal online, especialmente por el margen de las operaciones logísticas.
Precisamente, la noticia llega en un momento en que el volumen de negocio del comercio electrónico se retrae en Reino Unido, el mayor mercado europeo online. Según el índice de ventas elaborado por Campgemini y la asociación IMRG, se ha apreciado una caída de las ventas online del 2% entre junio y julio de 2013, la primera caída del índice en los 13 años de historia en los que se lleva realizando.