La startup madrileña SumaCRM ha superado los 10.000 usuarios y los 25.000 euros facturados al mes, lo que supone que haya superado la primera cuarta parte de su objetivo – o lo que denominan internamente: su isla del tesoro – los 100.000 euros al mes.
Aprovechando la celebración de FITUR ’17 la pasada semana, han elaborado un decálogo para la venta por correo electrónico, clave para el sector turístico, compuesto por los siguientes ítems:
- Elige bien al destinatario. Todos recibimos muchos correos electrónicos a diario. ¿Le va a interesar o lo va a descartar directamente? No pierdas el tiempo en contactos que no te aporten nada.
- Cuida el lenguaje. Es necesario ser educados, pero también utilizar un lenguaje que no sea demasiado técnico. Quien reciba el correo tiene que captar tu mensaje en las primeras líneas para que termine de leer el contenido.
- Mide el contenido. Incluye enlaces a tus productos y evita imágenes que no aporten valor a lo que realmente vendes. Cuidado con los intangibles, requieren una especial atención.
- Se positivo. A nadie le gusta recibir comunicaciones con un tono negativo. Se la excusa para que sonría. Ofrece éxito cercano.
- No mientas y se conciso. 6 párrafos son muchos si puedes hacerlo en 2. Además, no prometas algo que no puedas conseguir.
- Insiste en los que no abran. Puede estar en la bandeja de no deseados, no era el mejor momento para haberlo enviado o puede haberlo borrado sin querer. Insiste una vez más.
- Añade valor. Si crees que no te han respondido, ofrece una excusa para que si lo haga. ¿Qué tal una explicación en profundidad?
- Muestra lo que tienen que perder. En muchas ocasiones es el “click” que nos hace reaccionar. Lo positivo lo sabemos, pero… ¿lo negativo? ¡Hazlo! Funciona.
- Ofrece una prueba gratis. Sólo te llevará tiempo. Facilita una reunión telefónica y no en persona. Promete – y cumple – que no serán más de 10 minutos. Es una oportunidad única de venta.
- Acepta amablemente la derrota. Si después de cruzar el tercer correo no aceptan más información, acepta la derrota y despídete amablemente. Nunca se sabe cuándo pueden necesitarte.