El Gobierno argentino sigue con su política para detener la fuga de divisas y restricciones a las compras en el exterior, que finalmente han afectado al comercio electrónico. A partir de ahora, los argentinos que realicen compras minoristas a proveedores del exterior a través de páginas de Internet deberán completar un formulario y abonar una tasa del 50% al recoger el producto en la oficina postal.
Según informa la Cámara Argentina de Comercio electrónico (CACE), la medida había sido anticipada a mediados de noviembre pasado por el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, y el pasado miércoles fue formalizada a través de la publicación en el Boletín Oficial de la resolución general 3579. Son nuevas trabas aduaneras en busca de desalentar la demanda del comercio electrónico para, a su vez, frenar la salida de divisas por esta vía. Pero la normativa también tiene como objetivo rastrear las direcciones de Internet en donde se venden distintos tipos de productos e investigar dónde se entregan las mercaderías, de acuerdo a la comunicado por Echegaray el año pasado.
Tras el seguimiento, los 100 controladores que dispondrá la AFIP tendrán suficiente información para conocer si los locales funcionan en regla, si venden bienes que entraron por contrabando y si su situación fiscal está en regla.
“Por razones de administración tributaria, corresponde establecer un procedimiento de presentación de declaración jurada a fin de optimizar la trazabilidad de las operaciones realizadas”, se afirma en los considerandos de la resolución.
El boom de este tipo de operaciones generó, a su vez, inconvenientes en el correo, que se vio saturado por los envíos internacionales. Incluso en algunos barrios los carteros ya no llevan los paquetes a domicilio: sólo dejan una nota para que el comprador pase por una oficina cercana a retirar la encomienda.
En los últimos años, el crecimiento del comercio electrónico fue exponencial en el país. Según datos de 2012, sumó $16.700 millones y marcó un salto de 539% desde el 2007. Se cree que al menos 10 millones de personas compraron alguna vez un producto por Internet.
El cepo cambiario y las abrumadoras diferencias de precios volcaron a los consumidores a sitios extranjeros, principalmente de China, en donde se puede comprar de todo: desde cargadores para el celular hasta computadoras de última generación.
En redes locales hay distintos foros en donde los usuarios comentan cómo les fue con la operación y muestran fotos de sus últimas adquisiciones: lentes, celulares, remeras, zapatillas.
La clave de estas operaciones es el “free shipping” (envío gratuito) aunque incluso pagando algunos dólares por el servicio y sumándole el recargo del 35% de la AFIP las ofertas siguen siendo tentadoras para los argentinos