La compañía de moda rápida Shein ha optado por cancelar su plan de salir a bolsa en Londres, una elección influenciada por las recientes políticas de tarifas de EE.UU. y las barreras regulatorias aún pendientes en China.
Impacto de los aranceles estadounidenses
El gobierno de Estados Unidos ha suprimido la exención fiscal denominada «de minimis», la cual permitía la importación de productos sin aranceles con un valor inferior a 800 dólares. Esta acción impacta de manera directa en el modelo empresarial de Shein, que se basa en gran parte en el envío de pequeños paquetes desde China hacia los consumidores de EE.UU.
Además, se han aplicado tarifas aduaneras adicionales de hasta el 145% a productos de China, lo que ha provocado un incremento notable en los costos de las ropa de Shein en el mercado de EE.UU. En algunas situaciones, los precios se han incrementado hasta un 377%.
Esta situación ha generado dudas acerca de la factibilidad de la oferta pública inicial (OPI) de Shein en Londres, inicialmente programada para el primer semestre del año 2025. La compañía ha rescindido acuerdos con las compañías británicas de comunicación Brunswick y FGS Global, quienes la asistían en el proceso de emisión a bolsa.
Pese a estos obstáculos, Shein ha obtenido el permiso inicial de la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido para su OPI en Londres. No obstante, la compañía todavía espera la aprobación de la Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC), indispensable ya que gran parte de su cadena de suministro y operaciones están ubicadas en China. La ausencia de dicha autorización ha influido en la decisión de suspender la emisión a bolsa.
Estrategias de adaptación y futuro incierto
En respuesta a los nuevos aranceles, Shein está evaluando la posibilidad de reorganizar su modelo de negocio, incluyendo la opción de mover una parte de su producción a países como Brasil y Turquía. No obstante, estas áreas carecen de la capacidad productiva requerida para sustituir totalmente la amplia red de proveedores que Shein posee en China.
Además, la compañía ha empezado a incrementar los precios de ciertos productos en EE.UU. para equilibrar los gastos extra provocados por los aranceles. Pese a estos intentos, la inseguridad regulatoria y comercial continúa siendo un impedimento considerable para los planes de crecimiento de Shein en los mercados globales.
El panorama actual refleja los retos a los que se enfrentan las compañías a nivel mundial en un contexto de tensiones comerciales y regulaciones en constante cambio. El porvenir de la puesta en bolsa de Shein se basará en gran parte en el desarrollo de las políticas comerciales globales y en su habilidad para ajustarse a un escenario económico que cambia continuamente.