El gigante de moda rápida Shein ha optado por trasladar su plan de salida a la Bolsa a Hong Kong, después de que las autoridades reguladoras chinas no aprobaran su cotización en el parqué londinense. Este cambio representa el tercer intento de la compañía para transformarse en una empresa cotizada, después de superar barreras en Estados Unidos y Reino Unido.
Obstáculos en Londres y Nueva York
La compañía china intentó en un principio entrar en el mercado bursátil de Nueva York en 2022. No obstante, enfrentó una resistencia política en Estados Unidos debido a inquietudes acerca de sus prácticas de trabajo y relaciones con la región de Xinjiang. Luego, se enfocó en Londres, donde consiguió la aprobación inicial de la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido (FCA, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CSRC, por sus siglas en inglés) no concedió su permiso, imprescindible ya que Shein conserva una amplia red de proveedores en China, a pesar de que en 2022 cambió su ubicación a Singapur.
Cambio de rumbo hacia Hong Kong
Ante la falta de aprobación de la CSRC, ahora Shein ha iniciado el proceso de elaboración de una oferta pública inicial (OPI) en Hong Kong. Se espera que la compañía exponga un anuncio preliminar en las próximas semanas, con el propósito de introducirse en el mercado bursátil antes de concluir el año.
Este hecho ocurre en medio de crecientes tensiones comerciales, incluyendo la aplicación de un arancel del 145% por parte de EE.UU. a las importaciones de China, lo cual impacta de manera considerable a Shein, ya que una gran parte de su producción se fundamenta en China.
Otros desafíos
Además de las barreras regulatorias, Shein es objeto de críticas por sus prácticas de trabajo, incluyendo acusaciones de vínculos con el trabajo forzado en la región de Xinjiang y situaciones de trabajo infantil en su cadena de abastecimiento. Estas inquietudes han provocado un análisis más riguroso por parte de reguladores y promotores de los derechos humanos a nivel global.
Desde el punto de vista financiero, la compañía también ha enfrentado retos. En 2024, Shein informó que su ganancia neta disminuyó en un 40% alcanzando los 920 millones euros, pese a un incremento del 19% en los ingresos. Esta reducción se debe, en parte, a la creciente competencia de plataformas como Temu y a las modificaciones en las políticas de importación en EE.UU. y Europa que impactan su modelo de negocio fundamentado en precios reducidos.
La elección de Shein de buscar una salida a bolsa en Hong Kong refleja su capacidad para ajustarse a un ambiente regulatorio y comercial cada vez más complicado. Pese a que enfrenta múltiples desafíos, la compañía continúa dedicada a su meta de transformarse en una empresa de cotización, persiguiendo transparencia y supervisión pública. El triunfo de su OPI en Hong Kong dependerá de su capacidad para tratar inquietudes regulatorias y preservar su competitividad en el mercado internacional.