Motín en el gigante estadounidense. Este lunes 375 de trabajadores de niveles superiores de Amazon han puesto en riesgo su trabajo y han salido a la calle para protestar sobre las políticas climáticas de la compañía.
Desde ingenieros de software hasta analistas de negocio han desafiado públicamente a la compañía y han criticado su política climática, pese a que, según ellos, la empresa ha amenazado con despedir a quien se salte sus protocolos de comunicación. La medida desafía las reglas de la compañía que prohíben a los trabajadores comentar públicamente sobre negocios sin justificación corporativa o aprobación de la gerencia.
Amazon Employees for Climate Justice es un grupo de defensa de trabajadores preocupados por la huella de carbono de la compañía que ha publicado el nombre y cargo de los más de 350 empleados que han salido a la calle.
Además, los empleados han publicado un post titulado Amazon Employees Share Our Views on Company Business (Los empleados de Amazon compartimos nuestras opiniones sobre el negocio de la empresa), donde apoyan «la justicia climática» y acusan a la dirección de «hipocresía».
El pasado mes de septiembre la compañía quiso «limpiar» su imagen y Bezos Bezos anunció un compromiso para utilizar un 100% de energía renovable en su infraestructura global para 2030, así como la compra de 100.000 vehículos eléctricos.
Sin embargo, los trabajadores afirman que mientras se construye una imagen pública de compromiso con el cambio climático, Amazon sigue prestando servicios y trabajando con grandes empresas energéticas dedicadas a la extracción de combustibles fósiles, como BP y Shell.