Repsol anunció el lanzamiento de un fondo de 85 millones de euros para la inversión en startups hasta 2020. A través de Repsol Corporate Venturing (RCV) este fondo se destinará a tomar participaciones en startups que ofrezcan soluciones en tecnologías digitales como el Internet of Thing (IoT), movilidad avanzada, o aplicadas a la exploración y producción.
En este acuerdo destaca la colaboración con la empresa donostiarra de domótica Wattio, fabricante de dispositivos y soluciones integrales de IoT, tanto para grandes compañías como para Smart homes. RCV cuenta ya con participación en 9 startups que se integran en estas áreas prioritarias, como el fabricante español de scooters eléctricos Silence, con una tecnología propia de baterías recargables, o Graphenea, uno de los principales productores europeos de grafeno.
«El nuevo modelo de Corporate Venture Capital persigue atraer la innovación tecnológica que esté más cercana a su despliegue comercial y que se puede probar de forma ágil para evaluar su potencial», explica Luis Casado, Director de Corporate Venturing de Repsol.
En colaboración con las unidades de negocio de la compañía, se han definido 6 ámbitos tecnológicos que serán prioritarios en la búsqueda de oportunidades. «Queremos el mayor alineamiento posible entre las necesidades de los negocios y nuestras inversiones», en una estrategia de innovación abierta pensada para complementar las capacidades internas de Repsol en I+D.
El fondo de capital riesgo corporativo tiene vocación internacional, por lo que se pretende construir una red global de contactos que incluya incubadoras, universidades o Venture Capital de otras compañías. «Estamos iniciando además un proyecto con una aceleradora internacional, con el que esperamos conseguir más oportunidades, y hemos alineado las bases de las últimas convocatorias del Fondo de Emprendedores de la Fundación Repsol con nuestros retos, y ya estamos empezando a ver los resultados», afirmó Casado.
100 oportunidades de inversión analizadas por RCV
Los 6 ámbitos tecnológicos en que se centrará el fondo son la fiabilidad en las operaciones, explorando tecnologías que permitan avanzar en la automatización de los procesos; proyectos de economía circular, para reutilizar recursos; movilidad avanzada, con desarrollos en combustibles sostenibles o movilidad eléctrica; Diversificación tecnológica, buscando iniciativas para diversificar la oferta energética; tecnologías aplicadas a la exploración y producción (E&P) que acorten los ciclos en la producción de hidrocarburos y nuevos materiales y productos.
En áreas como la fiabilidad operativa o las innovaciones en E&P, «las tecnologías digitales evolucionan con rapidez y hay mucha actividad. También en movilidad avanzada o en el ámbito de los nuevos servicios energéticos». En las relacionadas con los retos ambientales, «es más difícil encontrar tecnologías para reducir de manera significativa nuestras emisiones de CO2 o suficientemente competitivas en el ámbito de la economía circular», afirma Casado.
Dentro de esta estrategia, el fondo de Repsol tomó recientemente participaciones en We Smart Park y Drive Smart, empresas de movilidad que se nutren de las nuevas formas de economía colaborativa. También es socio de la finlandesa Rocsole, que diseña sensores para monitorizar tanques o tuberías y de Sorbwater, con tecnología a la vanguardia en el tratamiento de aguas industriales.
El equipo del RCV busca las opciones más atractivas para la compañía de forma continua y exhaustiva. Desde enero de este año ha analizado más de 100 oportunidades de inversión, de las cuales dos han fructificado y varias se encuentran en su proceso final.