Muchas empresas piensan que son digitales por tener una página de Facebook y publicar en las redes sociales. Se equivocan. Ser una empresa digital va mucho más allá. El pasado jueves en el Mobile World Centre de Barcelona, Fernando de la Rosa, fundador de la escuela de negocios Foxize School, explicó qué caracteriza a una organización realmente digital:

1) Su misión. Una empresa digital tiene una visión que va más allá de su producto/servicio. Por ejemplo, Facebook no es sólo una red social sino que “da a la gente el poder de compartir y hacer del mundo un lugar más abierto y conectado”, citó De la Rosa. Otro ejemplo sería la misión de Google: “Organizar toda la información que hay en el mundo”.

2) Proceso interno “Lean Startup”. Una empresa digital sigue el proceso del MPV –mínimo producto viable–, que consiste en lanzar al mercado un producto en fase beta para modificarlo según las demandas del mercado. En este sentido, el libro “Lean Startup” de Eric Ries supuso toda una revolución dentro del mundo de los emprendedores. Siguiendo esta metodología, De la Rosa puntualiza: “La única opinión que vale es la del mercado, la opinión de tu jefe no reduce el error porque está basada en información incompleta”.

3) Equipo de “doers». “Antes el valor lo aportaban los managers, ahora lo aportan los doers”, asegura Fernando de la Rosa. Como ejemplo, pone el caso de Valve Corporation. Cada vez que una persona nueva entra a trabajar en esta compañía de videojuegos, se le dice lo siguiente: “Coge un ordenador y busca algo que hacer. Luego relaciónate con gente a la que le interese lo que haces para que se una a tu proyecto”. El conocimiento y la experiencia siguen siendo importantes, aunque ahora lo que hace crecer realmente a una empresa es ese equipo activo que busca la innovación. Además, un equipo digitalizado utiliza herramientas que les permitan aumentar la eficiencia de su trabajo.

4) Productos. “Todo producto sometido a presión digital muta a servicio”. Esta cita –tomada prestada de Genís Roca, fundador de RocaSalvatella– ayudó a De la Rosa a explicar que los productos de las empresas digitales mutan y evolucionan, porque están constantemente sometidos a las demandas del mercado y se adaptan a lo que pide el público. Como ejemplo, puso el caso de Spotify. La música que inicialmente era un producto (disco, casette, CD…) se convirtió gracias a la presión digital en un servicio. Y lo mismo a la inversa: “Todo servicio sometido a presión digital muta a producto”. Amazon, por ejemplo, que antes sólo ofrecía un servicio de venta de libros, vio claramente la oportunidad de negocio creando el Kindle.

5) Plataformas. “¿Qué plataforma tienes para saber lo que quiere el mercado?”, preguntó De la Rosa a los asistentes. Una empresa digital posee una plataforma a través de la que recibe de forma constante el feedback del mercado. Como ejemplo explicó su propio caso, el de Foxize School. “En Foxize tenemos una plataforma (www.foxize.com) con más de 500 cursos publicados y con una biblioteca compuesta por más de 400 referencias en temáticas de Marketing, Comunicación, Negocios, Digital… que nos dice exactamente cuáles son los cursos, temas y contenidos que interesan a nuestros alumnos y a las personas que navegan por nuestra plataforma. Es el mercado el que nos dice qué formación quiere.”

“Para llevar a cabo la transformación digital, cada organización requiere su propio tempo”, -concluye De la Rosa- “y sobre todo una adecuación de lo digital a su cultura de empresa. No es lo mismo “transformase” que “adaptarse” a la era digital.