La factura electrónica ha entrado con fuerza en las pymes españolas. Según información facilitada por SERES, pionero y especialista en intercambio electrónico seguro de documentos, en 2017 el porcentaje de las facturas electrónicas emitidas por las pymes representó el 71,09% del total y el 69,33% el de las recibidas.
Según estos datos, en 2017, del total de 156.656.072 facturas electrónicas procesadas, 11.366.802 fueron emitidas por pymes y 108.609.655 tuvieron como destinatario a una pyme. También destaca el peso de las micropymes que, en este periodo, emitieron el 6,7% de las facturas y recibieron el 9.1% del total.
El peso de las pymes en la implantación de la factura electrónica se justifica, por un lado, en el hecho de que las pymes son el tipo de empresa más numerosas en nuestro país. Por otro, desde hace años los grandes clientes de estas pymes están impulsando, incluso obligando, el uso de la factura electrónica a sus proveedores, la mayoría de ellos pymes, especialmente en sectores como la distribución. “Una vez implantado su uso -indica Alberto Redondo, director de marketing de SERES para Iberia y LATAM– lo extienden al conjunto de su actividad, creando un efecto bola de nieve”.
A pesar de esta fuerte implantación, respecto a 2016, la emisión de facturas por las pymes varió un -6,45% y la recepción aumentó un 4,34%, “situación que se explica tanto en la desaparición de miles de pymes, a causa de la crisis económica, y en el mayor número de grandes empresas que se han sumado a la factura electrónica”.