El pasado viernes se celebró en la sede de CEIM Confederación Empresarial de Madrid, una jornada de debate en torno a los nuevos modelos de economía colaborativa que están apareciendo en los diferentes sectores económicos, organizada por Uno Logística.
Emilio Saavedra, Senior Manager Director de Accenture, calificó al social commerce como “aquella que permite a grupos o individuos a extraer valor de activos infrautilizados que son ofrecidos como servicios al mercado”.
Hay algo que ha sido fundamental y es el cambio de los hábitos de consumo, con un factor determinante, que es el de la confianza. Hoy día existe una tendencia de fiarse más de las opiniones de otros clientes que aquello que diga una institución o la propia empresa”, apuntó.
Según Saavedra, un detonante de este auge de modelos de economía colaborativa es la oportunidad de la transformación digital, con 10.400 millones aparatos conectados en el mundo. A su vez, en 2025 un tercio de los trabajos serán automatizados.
Otra causa de esta ebullición reside en la consciencia de que la infrautilización de recursos, de capacidades, del potencial de reutilización es un desperdicio. Y sobre todo, “está cambiando las reglas del juego y afecta a todos los sectores”, indicó. “Ofrece visibilidad y control de la oferta a los consumidores”. Sin embargo, también apuntó que “con estos nuevos modelos de negocio existen problemáticas de legalidad o de relaciones laborales”.
En este punto, en el de la legalidad y cómo convivencia nuevos modelos de negocio y logísticos tradicionales en la última milla, se centró una mesa redonda moderada que contó con las aportaciones de Juan Sandes, Director de operaciones y Expansión en Redyser, Antonio Fueyo, Director General en Tipsa, Ana Tristán, Responsable de Calidad de Seur, Juan Galiardo, Spain Rides Operations Lead en Uber, y Daniel Lapesa, Cofundador de Shipeer.
Con respecto a la irrupción de los nuevos modelos de negocio en economía colaborativa, Galiardo afirmó: “Desde Uber creemos que lo que ha cambiado el sector ha sido una revolución tecnológica, donde existen numerosos dispositivos conectados. En nuestro caso buscamos con nuestra tecnología externalizar el trabajo a comercios y añadirle la capa digital”. En este aspecto, Lapesa valoró: “Las empresas pequeñas son más agiles en adaptar sus estrategias que las grandes. Por ello las pymes nos metemos en nichos de mercado con los que añadimos nuevas propuestas de valor. Así surgen nuevos modelos que son más eficientes.”
En cuanto a la convivencia de ambos modelos, Tristán aseguró: “El punto de vista de SEUR es el de sumar, que todos estemos juntos, con una normativa en la que todos juguemos con las mismas reglas del juego”.
Por su parte, Sandes declaró: “Redyser no excluye, hay que incluir a los nuevos modelos de economía colaborativa para que sumen. Que el modelo de economía colaborativa sea una necesidad o no, si es más o menos eficiente, eso lo decidirán los clientes. Los legisladores deben ayudar a los que ya estamos e incluir a aquellos que entran para jugar con las mismas reglas del juego”.
Y Antonio Fueyo, señaló que estaba de acuerdo tanto con Sandes como con Tristán. “Debe existir competitividad, pero debe adaptarse las regulaciones para que sean iguales para todos”, apuntó.
En el aspecto legal, Galiardo señaló: “Tanto empresas tradicionales como nuevas queremos que haya un cambio en la legislación vigente. El abogado de la Unión Europea ha hecho una recomendación del rol que debe llevar Uber en Europa. Esto demuestra lo variable que es la regulación del mercado europeo con respecto a Estados Unidos”.