Una de las primeras preguntas que se hace un futuro estudiante de inglés es qué pronunciación debe aprender: ¿la británica o la americana? Alrededor de esta duda, existen múltiples teorías como que es mejor optar por el inglés británico porque es más formal o por el americano porque supuestamente es más fácil de aprender. Con todo, en principio, no hay una variante más formal que la otra ni tampoco más accesible. Únicamente existen registros correctos e incorrectos y aspectos más y menos difíciles en todas las variantes del inglés.
Diferencias del acento británico y americano
Una de las principales diferencias entre el acento británico y el americano reside en la entonación. De este modo, en Estados Unidos la lengua se habla de una forma mucho más pausada y con un tono más monótono, a diferencia de la variante inglesa, que podría ser considerada más ágil.
Otra de las diferencias es la pronunciación rótica que podemos encontrar en la variante americana. La pronunciación rótica consiste en pronunciar la “r” final como, por ejemplo, en el caso de las palabras “car” o “art”. En la variante británica, esta “r” no se pronuncia; por el contrario, lo que se hace es marcar aún más la vocal previa.
En la variante británica, una de sus características es la pronunciación de la letra “t” al final de palabra como, por ejemplo, en los términos “out” y “outer”. Por su lado, los americanos lo que hacen es convertir generalmente esta “t” en una “r”. Además, cuando la letra “t” va antes o después de una vocal, esta apenas se pronuncia en la variante americana.
En cuanto a las vocales, la variante británica del inglés posee hasta 12 sonidos vocálicos y diptongos, mientras que en la variante americana se reduce considerablemente este número. En este sentido, el inglés americano no cuenta con vocales como la “a” corta”, el sonido /ɒ/ o los diptongos que acaban en “schwa”.
Además, otra de las particularidades de la variante americana es la tendencia a reducir palabras, de modo que cuando pronuncian, los americanos siempre suelen eliminar alguna letra.
Los diferentes acentos del inglés
La lengua inglesa presenta prácticamente una treintena de acentos diferenciados, sin contar las especificidades que existen a microescala. Uno de estos acentos es el del inglés australiano, que se considera un dialecto no rótico. Su acento es muy parecido al que se puede encontrar en Nueva Zelanda, que presenta algunas similitudes al del sudeste de Gran Bretaña. En el caso del inglés australiano, su principal diferencia, al igual que sucede con el resto de las variantes del inglés, radica en la pronunciación de las vocales.
El acento cockney es otra de las variantes más particulares del inglés, con sus palabras propias, su jerga rimada y su pintoresca pronunciación. En el siglo XVII, el cockney era un dialecto exclusivo de los habitantes del East End, el barrio más pobre de Londres, por lo que durante mucho tiempo se asoció a la pobreza y a la falta de educación. No obstante, con el tiempo, se fue extendiendo por toda la ciudad y, actualmente, se considera la forma de hablar de los verdaderos londinenses.
El dialecto escocés es, sin duda, considerado uno de los acentos más difíciles de la lengua inglesa, por su difícil pronunciación. Además, una de las particularidades de esta variante es la fuerte pronunciación de la letra “r”, mucho más enfática que la de otros dialectos del inglés.
En el caso del inglés que se habla en Filipinas, una de sus características más destacables es la eliminación del sonido /f/ y su substitución por el sonido /p/, de forma que, por ejemplo, palabras como “family” se pronuncian como /pamli/. Otra particularidad es que como el país fue en su momento una colonia española, hoy en día, es posible encontrar muchas palabras del español mezcladas con el inglés.
Otros de los dialectos del inglés son el hindú, el de Malta o el de Sudáfrica. Asimismo, también presentan diferentes particularidades el inglés de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, el de Irlanda y el de California.
Los acentos más difíciles del inglés
Si tu lengua materna es el castellano, en principio, no tendrás graves dificultades para aprender ni la pronunciación británica ni la americana. Cada una de ellas tiene sus particularidades y sus dificultades, por lo que una u otra te será más sencilla en función del contacto previo que hayas tenido con cada una de ellas.
En cualquier caso, existe un ranking de las variantes del inglés más difíciles. Aquellas para las que deberemos tener la oreja bien entrenada si queremos llegar a entenderlas. En este sentido, la variante escocesa es, sin duda, la variante más compleja de la lengua inglesa.
Asimismo, también se considera difícil la variante cockney de Londres, así como el dialecto que se habla en Irlanda. Igualmente, también son variantes complicadas las de Jamaica y Australia.