El grupo tecnológico Google ha aceptado el pago de casi 1.000 millones de euros a Francia para cerrar el contencioso fiscal que tenía abierto en ese país por irregularidades en el impuesto de sociedades entre 2011 y 2014, cifra que el Gobierno francés consideró «récord».

La Fiscalía financiera francesa había abierto en junio de 2015 una investigación sobre las cuentas de Google, después de que el fisco iniciara una inspección al constatar que la empresa no había pagado el impuesto de sociedades durante esos cuatro ejercicios.

La decisión, confirmada tanto por el gigante de Internet como por las autoridades judiciales y políticas francesas, se enmarca como un “acuerdo histórico” que será recordado como un “cambio de época” y mentalidad de las plataformas digitales.

En Francia existe un mecanismo denominado “convención jurídica de interés público”, que desde la aprobación en 2016 de la ley de transparencia, lucha contra la corrupción y la modernización de la vida económica, permite que la fiscalía y a empresas o asociaciones imputadas por corrupción o ciertas infracciones fiscales lleguen a un acuerdo sobre una suma de dinero a pagar por el ente investigado.

El objetivo del mismo es que el afectado pueda evitarse ser declarado “culpable” de algún delito. En este caso, el acuerdo acaba con la posibilidad de que la investigación contra Google derivara en un proceso penal, explicó la fiscalía.