Google apuesta por entrar en el mundo de la banca y lo hace ofreciendo cuentas corrientes como parte de su estrategia para atraer a más consumidores. La información la ha adelantado en exclusiva The Wall Street Journal. Google se convierte así en la última compañía tecnológica en mover ficha en un sector en el que también han entrado otros colosos de Silicon Valley.
El proyecto es conocido como Cache y participa inicialmente una cooperativa de crédito de la Universidad de Stanford, en California. El proyecto cuenta con el respaldo de Citibank como principal institución financiera.
Con este acuerdo firmado el mes pasado, la entrada de Google en el ámbito financiero será paulatina: Citigroup se encargaría de desarrollar las cuentas corrientes vinculadas a Google Pay y la actividad bancaria recaerá en los bancos de inicio, algo que legalmente no podrían desarrollar sin la debida licencia.
“Estamos explorando como podemos asociarnos con bancos y entidades de crédito en EE UU para ofrecer cuentas corrientes inteligentes”, confirmó la compañía en una declaración, “para ayudar a sus clientes a beneficiarse de herramientas muy útiles” orientadas a gestionar sus finanzas.
Las cuentas estarían garantizadas por las dos agencias financieras que en EE UU supervisan los depósitos, la FDIC y la NCUA.