Colombia emerge como una de las grandes potencias en cuanto a comercio electrónico se refiere en América Latina. Durante el pasado 2014, el volumen de facturación de ventas online ascendió a 9.320 millones de euros, lo que representa ya el 2,62% del PIB del país, según datos del último estudio de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE), en colaboración con la consultora PricewaterhoyseCoopers.
Las tres categorías con más penetración, excluyendo a Gobierno con un 53%, (que se refiere a todas aquellas transacciones no presenciales realizadas por entidades del Gobierno nacional, Ministerios, Municipios, Alcaldías, Departamentos, así como transacciones relacionadas con recaudos estado, servicios estatales e Impuestos Nacionales – DIAN), son:
- Transporte y travel (10%)
- Comercio/retail (10%)
- Tecnología (9%)
En palabras de Victoria Virviescas, directora ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, «la compra de bienes y servicios por parte de cliente final – B2C – representa ya el 47% del total de las ventas no presenciales, es decir, 4.682 millones de dólares», con crecimientos exponenciales año tras año. Además, apunta «el ticket promedio en las transacciones a través de tarjeta de crédito es de 223$, mientras que las operaciones a través de débito en cuentas bancarias asciende hasta los 578$, lo que ratifica que los consumidores hacen compras de mayor valor con la disponibilidad de dinero en sus cuentas bancarias, sea corriente o de ahorros”.
No obstante, el método de pago más recurrente para los compradores online colombianos es la tarjeta de crédito (75% de las transacciones), seguido de operaciones a débito con cuenta bancaria (20% de las operaciones) y un residual 5% para ‘otros’ métodos como puedan ser PayPal o servicios similares locales.