Aunque estamos aún en épocas estivales, para BestBuy.com, uno de los mayores e-commerce del mundo por volumen de ventas y facturación, parece que no hay descanso. La semana pasada os contábamos en este mismo medio que el fundador y ex presidente de la firma, Richard Schulze, había lanzado una oferta por hacerse con el 100% del e-commerce. Una oferta que ha provocado un tsunami de frenética actividad.
El Consejo de Administración de Best Buy se reunía con carácter extraordinario este pasado fin de semana para discutir sobre la propuesta presentada por Schulze, quien días atrás les anunció su firme propósito de poner sobre la mesa una oferta astronómica: 9.000 millones de dólares para hacerse con el 80% del accionariado del grupo que aún no controla (Schulze ya posee el 20%).
Y parece que al Consejo le han seducido las palabras del fundador, pues el mismo domingo desde Best Buy emitían un comunicado público en el que proponían iniciar una due diligence (una auditoría por la que Schulze tuviera acceso a información secreta de la empresa) para que en un plazo de 60 presentase formalmente al Consejo de Administración la oferta definitiva de adquisición, así como las fuentes de procedencia del dinero. No obstante, Schulze se negó a participar en la due diligence según Best Buy.
En cualquier caso, parece claro que el interés de Schulze por la compañía sigue en pie, pues en declaraciones recogidas por Reuters, el fundador afirmaba que “aún espero trabajar con el Consejo de Admon. En una transacción mutuamente beneficiosa, pero debe quedar claro que no me voy a dar por rendido en este asunto”.
NUEVO PRESIDENTE Y PRESENTACIÓN DE RESULTADOS
Eso el domingo. El lunes, Best Buy anunciaba la persona que estará al frente de la compañía desde ya: Hubert Joly (ex de Vivendi, HP y Carlson), quien ostentará el cargo de Director Ejecutivo y Presidente, además de formar parte del Consejo de Administración de la compañía de Mineápolis.
Y ayer martes, la compañía presentaba los resultados económicos del segundo trimestre del año, que precisamente no eran muy favorables. Best Buy registró unas ventas de 10.547 millones de dólares para el periodo, un 3% menos que en 2011, mientras que los beneficios netos se hundía desde los 150 MM$ alcanzados en 2011, hasta los 12 MM$ del segundo trimestre del ejercicio, es decir, un 90% menos.
Tras la presentación de los resultados, las acciones de la compañía – que días atrás se habían animado con el anuncio de Schulze – cayeron en picado desde los 21$ a cerrar con una cotización bursátil de 17,88$. Malas horas para la compañía, que no consigue remontar el vuelo desde la aparición de sus grandes competidores online (especialmente Amazon), que ofrecen precios más competitivos que la cadena e incluso ve como sus clientes acuden en masa a sus establecimientos – móvil en mano – para testear el producto físicamente y después comprarlo en tiendas online que ofrecen precios más ventajosos.
