Resulta evidente que cuanto menos tiempo se tarda en hacer una transacción, mejor es la experiencia de compra y más solícito se mostrará el usuario por realizar una nueva compra. En la velocidad influyen dos factores: la velocidad de carga de la página y la velocidad de conexión del usuario. Supongamos que nuestros deberes están perfectamente hechos, y nuestro ecommerce tarda, literalmente ‘cerocoma’ en cargar; ya no depende de nosotros la conexión que posea el usuario.
¿Hasta qué punto puede influir en la compra esa velocidad de banda ancha? Según un estudio de Royal Mail, el operador logístico postal británico, una conexión de banda ancha súper rápida podría elevar el gasto online anual de UK en 925 millones de euros.
El estudio de Royal Mail reveló que en el Reino Unido, los compradores en línea han aumentado su gasto anual en 280 millones de euros desde que se asumió la súper banda ancha. Esto equivale a un aumento del gasto del 3,1%, o lo que es lo mismo, casi 29 euros al año por usuario de banda ancha súper rápida. Ahora bien, si la banda ancha súper rápida se desplegara al 90-95% de los hogares británicos (algo que está previso suceda para el año 2017), se traduciría en un gasto adicional de algo más de 640 millones de euros anuales.
Para Nick Landon, director general de Royal Mail Parcels, «el estudio muestra que la inversión en redes de banda ancha súper rápidas está teniendo un impacto positivo en el gasto online. Esta nueva conexión está actuando como catalizador, animando a la gente a gastar más en línea. Un mayor despliegue en los próximos años, sólo se traducirá en una dirección: un aumento del gasto». «Para apoyar el crecimiento del mercado, Royal Mail lanzó a finales del pasado mes de junio el servicio de paquetería urgente Parcelforce Worldide, que supone la entrega a domicilio durante los siete días de la semana, incluidos domingo», destacó.