El único factor constante en el comercio es el cambio. Y la única forma de avanzar es adaptarse.

Durante los últimos meses, hemos visto cómo millones de empresas mostraban su capacidad de adaptación ante lo inesperado y presentaban sólidas cifras de ventas. Sin embargo, el 64% de las empresas globales afirma que aún se está recuperando de los efectos negativos de la pandemia.

Cuando parecía que las peores consecuencias ya habían pasado, llegó el siguiente desafío mundial: la invasión de Ucrania por Rusia y, con ella, las sanciones y otros efectos en cadena que cambiaron fundamentalmente las redes logísticas y comerciales del mundo. La inestabilidad fiscal ha llevado la inflación a los niveles más altos de los últimos 40 años y el clima económico se caracteriza por una gran incertidumbre.

Los retos son muchos y, una vez más, la flexibilidad y la innovación se han convertido en factores que pueden determinar qué empresas superan la inminente recesión. Por ello, las empresas deben revisar las siguientes áreas clave para garantizar su éxito más inmediato:

Logística

Los efectos de la crisis de la cadena de suministro en las empresas varían enormemente, pero las marcas deben reconocer la vulnerabilidad de sus propias redes logísticas y prepararse para la incertidumbre.

Puede que merezca la pena reconsiderar el abastecimiento único y el almacenamiento. Los cambios pueden ser costosos a corto plazo, pero también pueden dar lugar a redes logísticas más sólidas y capaces de adaptarse a un panorama turbulento. Hay que asegurarse de que la empresa pueda detectar las interrupciones tan pronto como se produzcan, o incluso antes.

Puede que el comercio electrónico esté creciendo a un ritmo más lento que durante la pandemia, pero sigue acaparando una parte cada vez mayor de las ventas minoristas totales en todo el mundo. A finales de 2023, una de cada cinco ventas al por menor será online.

Las tiendas siguen necesitando equipos preparados para ayudar a los clientes de hoy en día, acostumbrados a utilizar múltiples canales, y que a menudo esperan que los comercios hagan lo mismo. Estas expectativas cambian el papel tanto del dependiente como el de la tienda.

Economía

El comercio mundial alcanzó la cifra récord de 28,5 billones de dólares en 2021, lo que supone un aumento de alrededor del 13% en comparación con los niveles anteriores a la pandemia. 

Pero el crecimiento del comercio se ralentizó en 2022. Y como la guerra en Ucrania contribuyó al aumento de los precios del petróleo y la gasolina, aumentaron los costes y el tiempo para transportar pequeños paquetes.

El temor a una recesión es elevado, lo que frena el ánimo de los inversores. Algo que, a su vez, supondrá un reto para el 73% de las marcas que tienen previsto recurrir a inversores externos este año.

Para algunas marcas, las subidas de precios han supuesto la introducción de nuevos productos a un precio más elevado, en lugar de encarecer los productos existentes. Otras apuestan por la fidelidad a largo plazo congelando los precios o introduciendo líneas de productos asequibles. Las marcas inteligentes apuestan por sus clientes invirtiendo en ellos ahora, con la esperanza de que les compense en una futura recuperación.

Marketing

Los mercados inestables obligan a los consumidores a probar nuevas marcas. Durante la pandemia, tres de cada cuatro consumidores probaron una nueva marca, un nuevo producto o un nuevo método de compra. Pero convertir esos clientes potenciales es todo un reto: el ya de por sí elevado coste de captación de nuevos clientes aumenta, mientras que el retorno de la inversión publicitaria (ROAS) disminuye.

Por otra parte, las normativas más estrictas sobre protección de datos obligan a las marcas a confiar cada vez menos en los datos de terceros para llegar a las personas con más probabilidades de comprar. Por ello, muchas marcas recurren en su lugar a colaboraciones entre marcas no competidoras para crear juntas productos o experiencias que exploten mutuamente sus grupos objetivo. Esto ofrece la oportunidad de una exposición mutua a bajo coste.

La colaboración con influencers beneficiará también a las marcas. A falta de la posibilidad de tocar, sentir y probar los productos en las tiendas, los consumidores veían transmisiones en directo de unboxings o reseñas de productos para experimentar los productos de forma indirecta. Ahora, más de siete de cada diez empresas esperan que los influencers online adquieran aún más importancia en el futuro.