La innovación es clave y Uber lo sabe. La compañía de vehículos de alquiler con chófer lanzará un servicio de bicicletas compartidas la próxima semana en San Francisco. La compañía se ha asociado con JUMP, una startup que recientemente recibió el primer y único permiso para operar bicicletas sin compartimiento en San Francisco.
El contrato de JUMP con la Agencia de Transporte Municipal de San Francisco le permite lanzar 250 de sus bicicletas eléctricas sin muelle en San Francisco. Después de los primeros nueve meses del programa, la SFMTA puede permitir que JUMP agregue 250 bicicletas adicionales a su flota.
Los clientes de Uber, llamados Uber Bike, podrán reservar bicicletas JUMP dentro de la aplicación Uber. El servicio es que el dueño de la bicicleta lleve al cliente en este trasporte, sino que serán los responsables de ir a la ubicación del cliente con la bicicleta.
«Esta asociación es una excelente manera de atraer a un público mucho más grande y ayudarles a comprender sus opciones de transporte«, explicó el CEO de JUMP, Ryan Rzepecki, a Techcrunch. «Nuestro objetivo final es conectar mejor todos los vecindarios dentro de San Francisco y proporcionar un transporte asequible y más ecológico», añadió el ejecutivo.
Esta es la primera incursión de Uber en el mundo de las bicicletas compartidas. Vale la pena señalar que los competidores internacionales de Uber han hecho movimientos similares. La compañía Ola Pedal, por ejemplo, ha lanzado un servicio similar que está disponible en varios campus universitarios en India. Otro de los competidores es Grab, en el sudeste asiático, que lanzó un servicio de bicicletas compartidas a principios de este mes.
«Siempre estamos buscando opciones para hacer que el transporte sea más accesible y asequible para las personas», señaló Andrew Salzberg, jefe de política e investigación de Uber, a TechCrunch.
Uber y JUMP no han hecho públicos los términos de su asociación, pero si han comunicado que la asociación estará vigente al menos durante 18 meses. Por el momento Uber Bike solo estará disponible en San Francisco, pero desde la compañía prevén que este servicio se lance a nuevos países.
«No se hace una prueba piloto si no se tiene la esperanza de convertirlo en un negocio de cara a futuro», explicó Rzepecki. «Tenemos muchas razones para ser optimista y pensar en un futuro en el que seamos más grandes. Sin embargo, en este momento la atención se centra en hacer que esta prueba piloto funcione ahora en San Francisco», añadió el ejecutivo.
