Whole Foods está convirtiendo algunas de sus tiendas en un punto de servicio exclusivo de entrega online. La compañía abrió la semana pasada su sexta tienda de este estilo (en Chicago ubicada cerca de la Universidad DePaul) para dar respuesta a una demanda online sin precedentes. La conversión de sus tiendas en almacenes online también ayuda a su propietario, Amazon, a completar más pedidos de su servicio Amazon Fresh.

Las otras tiendas de comida a domicilio de Whole Foods se encuentran en Austin, Texas; San Francisco; Castle Rock, Colorado; Baltimore y el área de Bryant Park de la ciudad de Nueva York. 

Tres de estas ubicaciones, las de Austin, Castle Rock y Baltimore, son nuevas tiendas que la compañía no había llegado a abrir al público. Por otro lado, la ubicación de San Francisco funciona con un modelo híbrido: por la mañana abre para el público que se acerca hasta la tienda (de 9 a.m. y la 1 p.m) y por las tardes trabaja para dar respuesta a la demanda online. 

«La gente está comprando online como nunca antes y nos piden su compra en casa. Se ha generado una demanda sin precedentes para la entrega de alimentación en casa«, afirma un portavoz de Whole Foods. «A medida que avanzamos y vamos superado los desafíos asociados al COVID19, vamos adaptándonos y encontrando nuevas formas de aumentar la disponibilidad de entregas online mientras velamos por la seguridad de todos», señala.

La conversión de sus tiendas en almacenes online también ayuda a su propietario, Amazon, a completar más pedidos de su servicio Amazon Fresh, que vende muchos productos de la marca Whole Foods.

La estrategia parece estar ayudando: Amazon está eliminando su lista de espera para comprar Amazon Fresh, una medida que implementó el mes pasado para organizar la creciente demanda de compra online.