Han pasado dos años desde que Andrés Casal y Efrén Álvarez abrieran su pequeño obrador y comenzaran a elaborar platos de alta cocina que los usuarios solicitaban a través de un simple formulario. Desde entonces, y tras ganar el XV Campus de Emprendedores Seedrocket, celebrado en Barcelona en mayo de 2016, Wetaca no ha parado de crecer tanto en clientes como en propuesta gastronómica.
Un sencillo modelo que ya triunfa en otros países: comer bien todos los días de la semana, sin dedicar esfuerzo ni gastar mucho. La propuesta de Wetaca se basa en sorprender con una nueva carta cada semana, empleando técnicas de alta cocina e ingredientes de todo el mundo.
Los usuarios sólo tienen que dedicar unos minutos a realizar su pedido, que llegará en una sola entrega personalizada. Sin aditivos ni conservantes, los platos se conservan perfectamente durante 8 días en la nevera para que en sólo 3 minutos de micro estén tan buenos como recién hechos.
“Desde el principio uno de nuestros principales objetivos era Barcelona”, afirma Efrén, que tras su paso por la primera edición de MasterChef, ya trabajó en la ciudad condal a las órdenes de Jordi Cruz en su restaurante ABaC. “En una ciudad con una fuerte tradición gastronómica como Barcelona, cada día más personas quieren comer bien a diario y no pueden por falta de tiempo o de recursos”.
Aunque es cierto que Wetaca ya ofrece sus platos en toda la península a través de un servicio de transporte refrigerado, la apertura en Barcelona supone una importante reducción de los gastos de envío y una mayor cantidad de opciones de reparto. “Somos una empresa de comida, no de logística; hasta ahora nos centrábamos fundamentalmente en dar un producto de gran calidad. Ahora queremos mejorar también la comodidad del cliente y bajar los costes de envío en Barcelona es la primera medida en esta línea”, concluye Andrés.
Actualmente, en las cocinas de wetaca se preparan más de 2000 comidas a la semana y ya cuentan con más de 3000 clientes. Un crecimiento imparable que pronto llegará a otras ciudades europeas. “Queremos revolucionar la alimentación en todo el mundo”, rematan Andrés y Efrén al unísono.