A pesar de que el ecommerce forma parte del día a día de muchas familias, siguen habiendo otras que todavía prefieren ir de compras a los stores en detrimento de la comodidad de poderlas realizar vía online.
Según un estudio de BI Intelligence, el 60% de los que prefieren el canal físico alegan que el hecho de poder ver, tocar y probar in situ el producto favorece su experiencia de compra. Ese es el principal motivo al que debe enfrentarse el comercio electrónico. A su vez, le sigue muy de cerca la rapidez con la que los encuestados aseguran que ya disponen de sus compras en las tiendas de ladrillo y mortero, con un 53%.
No son los dos únicos motivos que ha recogido el estudio. Para un 33%, comprar físicamente da mayor seguridad a que el producto se vaya a ajustar a sus necesidades, y un 22% afirma que las devoluciones son más sencillas. También se registra el curioso dato de que el 13% de los encuestados que consideran que comprar en las tiendas favorece a los retailers locales, y un motivo que suele aparecer en este tipo de estudios: a un 13% le encanta la atmósfera que se siente al ir a comprar los productos.
Igualmente el canal físico no deja de lado la adopción de las últimas tecnologías. Para BI Intelligence, los minoristas físicos están adoptando las tecnologías digitales – de las balizas a probadores interactivos – para mejorar la experiencia del cliente y fidelizarlos. Estas tecnologías en las tiendas son herramientas interactivas y productivas diseñadas para captar la atención de los consumidores, cada vez más conocedores de los avances tecnológicos.