El mercado de segunda mano sigue en auge. Impulsado por el éxito de la ropa usada, Patatam quiere dar un paso y cambiar su nombre. Así, la empresa francesa se convierte en Rediv. Se está reposicionando completamente en la marca y los servicios de marca al convertirse en su socio para la implementación de una actividad de segunda mano.
Fundada en 2013, desde el comienzo la empresa ofrecía a los proveedores y minoristas de ropa un paquete de servicios integral para el comercio de moda de segunda mano. Para ello, recoge ropa usada, la clasifica y almacena en sus propios centros logísticos y también se hace cargo de la reventa. La compañía recogió más de 2,5 millones de artículos durante el año pasado y pudo devolver 1,7 millones de ellos al mercado. Además, suministró más de 400 puntos de venta de segunda mano.
Expansión al extranjero
Una nueva recaudación de fondos, en concreto, 12 millones de euros de las empresas inversoras AM Impact, Creas Impact y Quadia apoyará su desarrollo. Con sus asociaciones con grupos de hipermercados, la actividad de Rediv está creciendo fuera de sus principales mercados: Francia y Bélgica. Actualmente está operativo en Italia, España, Portugal, Polonia, Rumania y Hungría, ofreciendo ropa de segunda mano a las tiendas y permitiéndole extender su actividad por toda Europa. De esta manera, la previsión es que las ventas de exportación crezcan a un ritmo más rápido. Gracias a su última ronda de financiación, la empresa planea expandirse a Alemania y los Estados Unidos
Nuestro modelo de negocio ya está maduro. Con su conocimiento en la recogida y clasificación de ropa usada y las capacidades logísticas existentes, la empresa ofrece a las empresas asociadas un amplio acceso a arikeln de segunda mano y soluciones de servicio completas e inmediatamente disponibles.
Eric Gagnaire, fundador y presidente de Rediv.
Inversión en logística
La inversión en logística es otra de sus previsiones. Para apoyar este desarrollo, Rediv tiene planteado abrir pronto un tercer almacén de 14.000 metros cuadrados en Cambrai, en el norte de Francia, donde se encuentran varios de sus clientes. Se trata de un nuevo sitio en el que la compañía invertirá cinco millones de euros en tecnología francesa Exotec. Esto permitirá la robotización de su plataforma logística y ofrecerá nuevas capacidades de almacenamiento y velocidad en el suministro de socios. Para llevarlo a cabo, planean reclutar a 300 nuevos empleados antes de finales de 2023 en este nuevo almacén. Este espacio se suma a los ya existentes en Hastingues en las Landas y Morlaàs en los Pirineos Atlánticos, que cuentan con 160 personas hasta la fecha.
