Sharing España, el colectivo de empresas innovadoras vinculadas a la economía colaborativa, integrado en la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital), analizaron el pasado jueves el impacto que la economía colaborativa genera a distintos niveles.
A lo largo de la jornada, la necesidad de una regulación para el sector, que proteja tanto a las empresas como a los usuarios, se ha resaltado por encima de otros temas. De esta manera, Bernardo Hernández, miembro del Comité Económico y Social Europeo (CESE), ha destacado que “la regulación de la economía colaborativa debe satisfacer a todos los colectivos”.
Después de que en la Unión Europea se haya experimentado un crecimiento de los negocios basados en la economía colaborativa a una velocidad vertiginosa, se ha abierto un debate que busca encontrar el papel de las plataformas en el sector y una seguridad jurídica para los que participan de él. Esto podría conseguirse mediante la adaptación de la legislación vigente para los sectores económicos tradicionales.
En este sentido se ha pronunciado Bernardo Hernández del Comité Económico y Social Europeo (CESE), que ha explicado la perspectiva de la Unión Europea en torno a la economía colaborativa. «Las medidas de la Unión Europea no son concretas para la economía colaborativa», ha destacado Hernández, que ha añadido que “hay que intentar hacer una legislación que sea aplicable a toda la Unión».
El evento se ha dividido en cuatro mesas redondas en las que se ha debatido sobre el impacto de la economía colaborativa a nivel económico, social, medioambiental y empresarial. Para ello, Sharing España ha contado con profesionales del sector que centran su actividad en diversas actividades, como el carsharing o el crowdlending entre otros, además de diferentes actores que están influyendo en la regulación de la economía colaborativa en nuestro país.
En la primera mesa redonda se ha estudiado el impacto económico de la economía colaborativa. En este espacio ha cobrado especial relevancia la regulación del sector y de los derechos de los ciudadanos autónomos, una normativa que influye considerablemente en la protección de los usuarios del sector.
Han participado Javier Domínguez Viera, vocal asesor de la Subdirección General de Unidad de Mercado, Mejora de la Regulación y Competencia del Ministerio de Economía y Competencia, Ramón Blanco, CEO y fundador de Etece, Almudena Ucha, CEO de Rentalia, y Sebastián Reyna, secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos y moderador de la mesa. Javier Domínguez Viera ha admitido que el Gobierno conoce “el potencial de crecimiento de la economía colaborativa”. Este es precisamente el motivo por el que no quieren apresurarse en la regulación. Por otra parte, el vocal asesor ha subrayado que “tenemos un porcentaje muy alto de economía informal, de supervivencia, en un marco de incertidumbre legal”.
La segunda mesa redonda ha girado en torno al impacto social de la economía colaborativa y las Políticas Públicas españolas. Al respecto, han intervenido Albert Canigueral, consultor y conector para España y Latinoamérica de OuiShare, como moderador, Félix Lavilla, diputado del PSOE, Juan Freire, socio fundador de Teamlabs y Carmen Lozano, coordinadora de Proyectos Internacionales de Goteo, que han resaltado el cambio que se va a producir en todos los sectores sociales con el avance tecnológico. En el terreno educativo, por ejemplo, “las cosas importantes están sucediendo fuera de las instituciones educativas tradicionales”, según Juan Freire, lo que fomentará una transformación completa de la sociedad, motivada por otros incentivos más allá de los puramente económicos.
Sobre el impacto medioambiental han hablado Mar Alarcón, socia fundadora y CEO de Social Car, Aida Vila, responsable de Cambio Climático de Greenpeace y Mathieu Lefevre, director ejecutivo de New Cities Foundation. En esta tercera mesa, con Juan Ignacio García-Braschi, country manager de Cabify, como moderador, se ha destacado la falta de datos que corroboren el impacto medioambiental de la economía colaborativa. A pesar de todo, para Aida Vila, el sector de la economía colaborativa “va a crecer mucho y tiene potencial para ser bueno para el medioambiente”, pues permite la reutilización de unos recursos que ya existen.
La última mesa de la jornada ha versado sobre el impacto de la economía colaborativa en el terreno empresarial. Vincent Rosso, co-fundador de BlaBlaCar en España, José María González de Europcar, y Arturo Cervera, CEO de Comunitae, con Miguel Ferrer, director de BRKTHR y colaborador de Sharing España, como moderador, han resaltado que la economía colaborativa se basa en “un modelo de consumo bastante clásico”, desde la posición de que “el mercado está premiando este tipo de negocios”, ha explicado José María González.