Para 2020, el mobile commerce supondrá casi la mitad (45%) del total del e-commerce, según Business Intelligence, cuando para 2016 estimaba que ese porcentaje sería del 20,6%.
El mundo del comercio móvil aumenta en cifras que no paran de crecer año tras año. Primero, porque cada vez se trabaja más pensando en digital, con una perspectiva integrada del medio online en las estrategias de expansión. Y segundo, porque la confianza, rapidez y comodidad que ofrece este entorno pesan cada vez más en la elección del canal de compra.
Crecimiento que, en el caso de España, es especialmente meritorio porque se trata de un mercado en el que todavía la compra presencial sigue teniendo aún tirón.
Pero a nadie se le escapa ya que el comercio hoy es ubicuo y profesa la ilimitación de horarios. Premisas ambas que comparte con el móvil, siempre disponible. Ditrendia habla de que seis de cada diez usuarios de móvil en nuestro país lo han utilizado para realizar compras. Y apunta a que las ventas en m-commerce están creciendo muy por encima del e-commerce tradicional.
A quienes trabajamos para hacer viable esa realidad, la propia celeridad con la que se están adoptando estas nuevas formas de compra nos obliga a una innovación constante en pro de reducir los gaps entre intención y conversión. Y, en esa línea, las apps son clave para reducirlos acercando la intención de compra a la confirmación del pedido. Sin llegar a ahondar en aspectos técnicos (como los orientados a la modelación de usuarios, sistemas de reconocimiento de patrones, semántica cuantitativa, minería de datos, etc.), el futuro del m-commerce pasa por dotar de experiencia y entidad a la app de marca, punto que concentra la convergencia de los diferentes servicios que ofrece la tienda.
Lo anticipan datos como que, en el mundo, el uso de apps ya supone (según este mismo estudio) el 54% del tiempo que pasamos en el mundo digital. Y que, según publica The AppDate en su último informe disponible sobre las apps en España, el m-commerce representa ya el 34% de las ventas totales de e-commerce en España.
La eficiencia, coordinación, seguridad en el pago y tratamiento de datos conforman la piedra angular de las apps orientadas al m-commerce. Sustentadas en una compleja arquitectura de datos que favorece incluso modelos predictivos para anticipar la compra y ahorrar tiempo a quien no le sobra. Es por ello que esta vía de expansión estratégica plantea interesantes desafíos en los que tecnología y marketing deberán trabajar más de la mano que nunca.
Se trata de llevar el ancestral oficio de la venta a un nivel muy superior en un entorno en el que no hay cabida a segundas oportunidades. En definitiva de hacer la vida más fácil al consumidor. De adaptar la tienda para él y no al revés. Son ellos son los que mandan y los que, en el ejercicio de su poder indiscutible de elección, deciden qué comprar, dónde y cuándo. De hacerlo realidad ya nos encargamos nosotros.