La Gen Z está llamada a cambiar el mundo, y se les suele calificar como la generación más concienciada. Pero, ¿luego trasladan estos valores a su día a día, a cómo visten, a dónde compran la ropa? Con el Estudio sobre el Armario Gen-Z en 2024 y 2030, ¿sostenibilidad real? by Mazinn x Ecodicta pretenden aclarar todas estas cuestiones.

Según Adrián Ballester, fundador de Mazinn, “la Gen Z tiene un alto conocimiento del problema en la moda, pero a menudo, por poder adquisitivo o por impulsividad, no consume de forma sostenible”.

El estudio destaca, que si bien la fast fashion en 2024 es predominante frente a otras opciones, la gen Z opinaba que en sus armarios se producirá un sorpasso de la segunda mano frente a la fast fashion para 2030, en línea con el crecimiento de segunda mano que augura también el estudio de modaes junto a KMPG. Actualmente, menos del 30% es moda sostenible, pero en 2030 ocupará entre el 30-50% del armario.

Según Gema Gomez, directora de Slow Fashion Next, para 2030 se va a reducir la producción de productos, porque con el auge de la segunda mano, el alquiler de moda como Ecodicta, el lujo silencioso se va a comprar menos pero de mayor calidad.

Actualmente, el 85% de los jóvenes tienen prendas de fast fashion, pero ya hay un 58% con prendas de segunda mano. Y el 54% cree que seguirá comprando en tiendas físicas, además del online. Destaca además para 2030 la aparición de prendas con tecnología integrada, como medición de salud, calefacción integrada, u otras tecnológicas compatibles con móviles. 

Además,  el 47,2% se inspiran en influencers y RRSS para decidir su compra, mostrando la gran influencia que tendrían las redes sociales y los influencers si promocionan la moda circular.

Las marcas jugarán un papel predominante en la transición hacia la moda sostenible

Según Federico Sainz de Robles, fundador de Sepiia, “para la Generación Z las marcas deben ser realmente auténticas, contar las historias que hay detrás de cada prenda, que puedan tener acceso a la información de la trazabilidad del producto, que puedan sentir que la marca refleja sus valores, y que puedan personalizarlas para que se adapten completamente a ellos, a sus estilos, y a sus necesidades”.

“Las marcas deben adelantarse a las demandas de la GEN Z, y ofrecer nuevos productos y servicios que reflejen este futuro cambio en el consumo. Cada vez existen más alternativas a la fast fashion, y la moda no debe costarnos el planeta”, finaliza Raul Gonzalez, fundador de Ecodicta.

Para realizar este estudio, se han encuestado a 356 jóvenes, de entre 18 y 27 años, siendo 57% mujeres y 43% hombres.