[ACTUALIZACIÓN] El Servicio Postal de Estados Unidos (USPS) publica un nuevo comunicado: «A partir del 5 de febrero de 2025, el Servicio Postal seguirá aceptando todo el correo y los paquetes internacionales entrantes de China y Hong Kong. El Servicio Postal de Estados Unidos y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza están trabajando en estrecha colaboración para implementar un mecanismo de cobro eficiente para las nuevas tarifas de China a fin de garantizar la menor interrupción posible en la entrega de paquetes».
El Servicio Postal de Estados Unidos (USPS) ha anunciado en su página web la suspensión temporal de la recepción de paquetes provenientes de China y Hong Kong «hasta nuevo aviso». La medida llega en un contexto de crecientes tensiones comerciales entre ambas potencias, impulsadas por las políticas arancelarias impuestas por la administración de Donald Trump.
Esta decisión afectará a un volumen significativo de importaciones. Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., cada semana se procesan más de cuatro millones de envíos «de minimis», una categoría que permite la importación libre de impuestos de paquetes con un valor inferior a 800 dólares.
La suspensión del servicio coincide con la entrada en vigor de un arancel adicional del 10% a los productos chinos y con la eliminación de la exención «de minimis». Hasta ahora, esta exención había sido clave para gigantes del comercio electrónico como Shein y Temu, que enviaban productos directamente desde fábricas chinas a consumidores estadounidenses sin pagar derechos de importación. El Gobierno de EE.UU. justifica estas medidas como parte de su estrategia para fomentar el consumo de productos locales y reducir la dependencia de las importaciones chinas.
Las plataformas de ecommerce, las más afectadas
El cese de envíos a través del USPS impactará especialmente en las plataformas de venta online, en particular Shein y Temu, que han utilizado este servicio postal para mantener bajos sus costos logísticos.
Shein será una de las empresas más perjudicadas, ya que su modelo de negocio se basa en el envío directo al consumidor desde China, sin intermediarios y aprovechando la exención «de minimis» para reducir costos. Con la nueva normativa, la compañía deberá recurrir más a transportistas privados, lo que podría acelerar la apertura de su propio almacén en EE.UU. para mitigar el impacto.
Por su parte, Temu opera con un modelo de semi-consignación, enviando grandes volúmenes de productos a almacenes en EE.UU. antes de distribuirlos localmente. Esta estructura le otorga mayor capacidad de adaptación frente a las nuevas restricciones, aunque los aranceles y la suspensión del USPS encarecerán sus costos, lo que podría traducirse en un aumento de precios para los consumidores.
Otras plataformas también podrían verse afectadas. Amazon, con su reciente lanzamiento «Haul», su tienda online ‘low cost’ que con la que pretenden desafiar a plataformas como Temu y Sheine ahora enfrentará los mismos desafíos en la importación de productos chinos bajo las nuevas reglas. Mientras tanto, AliExpress y JD.com, que ya trabajan con operadores logísticos privados, sufrirán un impacto menor.
Desde China, el Gobierno ha manifestado su descontento. Lin Jian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, ha declarado que el país tomará «las medidas necesarias» para proteger a sus empresas e instó a EE.UU. a «dejar de politizar las cuestiones económicas y comerciales y de utilizarlas como herramienta para reprimir irrazonablemente a las empresas chinas».
¿Buscarán las empresas chinas nuevos mercados?
El endurecimiento de las condiciones para importar desde China genera incertidumbre tanto para empresas como para consumidores. Con la eliminación de la exención «de minimis», los precios en marketplaces chinos aumentarán, lo que podría impulsar a los consumidores a buscar alternativas en fabricantes estadounidenses o en mercados donde los aranceles sean más favorables.
Por su parte, las empresas chinas deberán redefinir sus estrategias de expansión. Una opción es la creación de centros de distribución en países vecinos como México o Canadá, facilitando el acceso al mercado estadounidense sin depender del USPS. También podrían reforzar sus acuerdos con aerolíneas y operadores logísticos para optimizar costos y tiempos de entrega.
El escenario sigue evolucionando y marcará el futuro del comercio electrónico transfronterizo. Mientras EE.UU. refuerza sus barreras comerciales, las compañías chinas buscarán nuevas rutas para mantener su competitividad en un mercado cada vez más regulado.