Un nuevo estudio de Juniper Research, los principales expertos en tecnología financiera y mercados de pagos, ha revelado que el valor del fraude en el comercio electrónico aumentará de 44,3 billones de dólares en 2024 a 107 billones de dólares en 2029; un crecimiento del 141%.
El estudio concluyó que la IA está impulsando la sofisticación de los ataques en todo el ecosistema del comercio electrónico, siendo el uso de deepfakes creados mediante IA para burlar los sistemas de verificación una amenaza clave. Esta amenaza, combinada con los crecientes niveles de «fraude amistoso», en los que el fraude es cometido por el propio cliente, como el fraude de reembolso, amenaza cada vez más la rentabilidad de los comerciantes.
El uso de la IA por parte de los estafadores aumenta el riesgo
La IA permite a los estafadores mantenerse a la vanguardia de las medidas de seguridad y cometer ataques sofisticados a mayor escala. Al crear mensajes creíbles y una gran cantidad de identidades sintéticas, la IA facilita ataques de mayor calidad con una frecuencia sin precedentes. Estas tecnologías también son altamente escalables, lo que permite a los estafadores automatizar en gran medida sus ataques y superar los sistemas de prevención basados en reglas.
El autor del informe, Thomas Wilson, añadió: “Los comerciantes de comercio electrónico deben buscar integrar sistemas de prevención de fraude que ofrezcan capacidades de inteligencia artificial para identificar rápidamente las tácticas emergentes. Esto resultará especialmente importante en los mercados desarrollados, donde los comerciantes más grandes corren un mayor riesgo de ser objeto de fraude, como las pruebas de tarjetas de crédito robadas”.
¿Cómo deben reaccionar los comerciantes?
Los comerciantes están empleando estas mismas tecnologías para reconocer patrones de fraude emergentes y reaccionar en tiempo real. Los comerciantes deben trabajar para incorporar la identificación biométrica en los procesos de pago para proteger aún más las transacciones. Al utilizar métodos como la detección de signos vitales, los comerciantes podrán proteger su negocio y a sus clientes de los intentos de fraude cada vez más sofisticados mediante inteligencia artificial.